Barbacoa, tradición dominguera para curar el alma

Porque de platillos mexicanos siempre es bueno hablar, esta vez te hablaremos sobre la barbacoa. ¡Uff! con sólo mencionar el nombre se te hace agua la boca ¿no? Y es que unos tacos de barbacoa siempre son buenos para curar el alma. Más en domingo, es como una tradición. Todo mexicano ha ido a comer barbacoa en domingo al menos una vez en su vida. Pedir unos taquitos o flautas y tu consomé calentito es de ley. Cualquier día es excelente, pero no hay nada más reconfortante que comerla en un domingo de no hacer nada. Porque cuando muerdes tu taco preparado con salsa, cebolla, cilantro y limón recuerdas que la vida es buena.

Eso sí, debemos agradecerles a los españoles. No sólo trajeron el cerdo para la cochinita pibil, también trajeron al borrego. Sí el mestizaje hizo al México que hoy conocemos con su excelente y riquísima gastronomía. Podría decirse que la cochinita y la barbacoa son primos pues se preparan de la misma manera. Ya sabes, horno en la tierra y la carne sazonada y amarrada en pencas de maguey. Diferente proteína y sabor único. Así lo hacemos en México. Además, como nos encanta experimentar hay infinidad de platillos y variaciones. Por ejemplo, en el norte se usa la carne de res y en Guerreo a veces lo hacen con guajolote.

Y bueno como sabemos que la barbacoa y la cruda se llevan muy bien, te recomendaremos lugares en la ciudad.

El Mexiquense es uno de los mejores lugares de barbacoa. Han crecido tanto que ya tienen cuatro sucursales. Date una vuelta a la más cercana y atragante con todos los tacos que puedas.

Barbacoa Hidalguense

¿Quién dijo que en la Roma hay puro lugar hípster? El Hidalguense es el lugar para ir después de una buena fiesta. Llevan 30 años deleitando a los vecinos y comensales que llegan a ellos.

Otro lugar muy recomendado es la Oveja Negra en Santa María la Ribera.

Recomendación: si vas a un lugar nuevo de barbacoa busca un hoyo en el suelo o bueno siempre puedes preguntar. De esa manera sabrás que la preparan como se debe.

Ahora que sabes lo importante, ¡a entrarle con ganas!