Aventúrate en la Cueva de las sardinas ciegas, en Tabasco

No, no es un lugar de un mundo mágico y medieval. Es real y se encuentra en México, en el hermoso estado de Tabasco. Entonces prepárate, deja tu traje, corbata y toda tu vida citadina de un lado, olvídate de ella. En tus próximas vacaciones o puente agarra tu mochila y equipo y sal de la ciudad. Porque tu próxima aventura está cerca. Visita la Cueva de las sardinas ciegas.

En el pueblo de Tacotalpa vas a respirar adrenalina y emoción. Porque para llegar a la cueva debes pasar por el río Oxolotán. Puedes cruzarlo por un puente o en un bote, claro, eso es lo que haría tu versión citadina. Pero tu versión aventurera quiere más, entonces, ¿qué te parecería atravesarlo en tirolesa? Suena perfecto. Sólo tú y una tirolesa de 150 metros.

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Después de un gran respiro en tirolesa, sentirás humedad, una buena señal. Significa que has llegado a las Cascadas de Villa Luz. Te dejarán sin aliento y te sentirás en el paraíso. El lugar perfecto para refrescarte en aguas cristalinas.

Y mientras vas subiendo, verás como el agua del río va cambiando de color y se vuelve más azul. Esto es por el azufre del ecosistema. En este viaje es preferible ir acompañado con un guía que te dé el equipo necesario y te indique como usarlo. No queremos accidentes, queremos diversión.

Para acceder a la cueva debes descender por un tragaluz. Si tu quieres llevar tu propio equipo debes contar con casco, lámpara, mosquetones, cuerdas y arnés. Desciende con cuidado pues una vez dentro será más difícil ver. A esta cueva se le considera de segundo nivel en el mundo de la espeleología. Cuando llegues al fondo escucharás el río subterráneo y sentirás más humedad.

Aunque sientas que no es nada comparado con las cascadas, este lugar guarda sus secretos. Pues por los niveles de azufre y minerales en el agua no debería existir vida dentro de ella. Pero hay murciélagos, arañas y por supuesto sardinas ciegas que demuestran lo contrario.

Científicos de muchos países vienen a explorarla pues es un increíble fenómeno.

Y ya cuando quieras hacer algo más tranquilo, siempre puedes darte una vuelta por el pueblo mágico de Tapijulapa. Para cerrar con broche de oro tu pequeña aventura.