Tras la llegada de las nuevas tecnologías, los oficios tradicionales mexicano se encuentran en peligro de extinción. Uno de ellos es el famoso afilador, ese que siempre pasa por tu casa en una bicicleta, con herramientas para afilar, y que se distingue de cualquier persona por su famoso sonido hechos con un chiflo (instrumento musical parecido a una armónica).
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Un trabajo honrado
Este oficio tradicional de nuestro país tiene muchos siglos de antigüedad, y si no lo recuerdas o de plano no lo conociste, aquí te contamos un poquito más. El vendedor ambulante ofrece sus servicios de afilar cuchillos u otros instrumentos de corte. Para que la gente logre percibir el paso del afilador, este toca el chiflo, un sonido único y fácil de reconocer.
Hasta el momento, se puede observar en diversas colonias el paso del afilador. Sin embargo, este oficio se ha ido extinguiendo.
¿Cuchillos sin afilar? ¡Háblale al afilador!
En los últimos años, la demanda del afilador ha ido disminuyendo, esto debido a la venta de cuchillos baratos y máquinas domésticas que realizan la misma labor del ambulante.
Eso sí, no hay como alguien que cuente con el ojo y la experiencia del famoso y tradicional oficio callejero. Pulir los cuchillos u objetos que requieren de filo es una chamba complicada de realizar. Ya que pulir, acercar la cuchilla y evitar las chispas tiene su chiste.
Y como muchos otros, este también es un trabajo heredado de generación en generación y considerado un arte callejero.
“La gente grande reconoce al afilador, la gente joven piensa que se me ocurrió hace poco y diseñé el esmeril. Y no es así, la bicicleta nomás tiene 50 años. Los nuevos desconocen este oficio”.
Afilador anónimo
FOTO PRINCIPAL: EL SOL DE CUERNAVACA