Para todos aquellos que están buscando como locos un destino para Semana Santa que esté alejado de la playa, Monterrey puede llenar por completo sus expectativas.
La ciudad está rodeada por montañas por lo que de entrada ofrece una vista espectacular por donde quiera que se vea. Y si lo que quieres es capturar la vista, el mirador del “asta bandera” es sin duda la mejor opción. Cuando comiencen el descenso, pueden darse una vuelta por el Museo Regional de Nuevo León también conocido como Museo del Obispado, un lugar de gran valor histórico y arquitectónico donde viajarán en el tiempo y descubrirán un lado desconocido de la Sultana del Norte.
Uno de los grandes atractivos de Monterrey es la famosa Macroplaza, ocupa 40 hectáreas lo que la convierte en la 5ª plaza más grande del mundo. Del otro lado de la acera, se toparán con el Museo de Historia Mexicana, recinto que los transportará desde la época prehispánica hasta el siglo XX.
Si después de los recorridos por los museos quieres un descanso, puedes visitar el Paseo Santa Lucía, un canal que une el Museo de Historia Mexicana con el Parque Fundidora. Puedes recorrer sus 2.5 kilómetros de extensión a pie o bien sobre una pequeña embarcación. A lo largo del andador, puedes ver murales de artistas regiomontanos, esculturas, fuentes iluminadas (una vista impresionante si lo visitas de noche), diversos puentes y restaurantes (por si te quieres echar un taco).
Cuando llegues al Parque Fundidora, considerado como un Museo de Sitio de Arqueología Industrial, puedes visitar el Horno 3, el único horno de metal abierto al público en todo el mundo. Además de disfrutar de una serie de actividades en los diversos recintos alrededor del parque como parques interactivos, la cineteca de Nuevo León, entre otros.
Si lo que quieres es algo más natural
Visita el Parque Ecológico Chipinque, uno de los pasajes naturales más importantes de la región. Si eres aventurero, ponte los tenis y la ropa deportiva, porque llegar hasta la cima será todo un reto. En este parque con áreas infantiles, gimnasios y espacios para la observación, el senderismo y el ciclismo, se respira un aire diferente entre tantos árboles y vegetación.
Otro de los atractivos naturales que ofrece Monterrey es el Cañón de la Huasteca, un paisaje rocoso ideal para hacer ciclismo de montaña, escalar en la roca o simplemente para caminar al aire libre y admirarlo. ¡Es imponente estar en medio de este barranco de piedra caliza y paisaje desértico!
Y si de comida hablamos
No puedes viajar a este destino y no probar el delicioso cabrito o la machaca. Para el postre una rica gloria y si lo que quieres es refrescarte prueba las “rusas” una bebida típica que te quitará la sed más rápido de lo que canta un gallo.
¿Qué esperas para hacer las maletas? ¡Lánzate a la aventura en la Sultana del Norte!