Quizá no hayas oído hablar de este término, pero es una alternativa de las tantas que hay pare mejorar nuestro entorno. La gastronomía sustentable es una tendencia de mercado que muchos países del mundo están adoptando. Se utiliza con el fin de crear políticas responsables que beneficien la relación de consumo-producción.
Sus principales objetivos son:
-Que se tenga el menor impacto posible en el medio ambiente.
-La conservación en la biodiversidad del planeta.
-Aprovechar de manera responsable los recursos que la madre tierra provee.
Este tipo de gastronomía también busca incentivar el consumo de pequeños y medianos productores de las comunidades y el desarrollo agrícola a través de diversos ejes:
-Fomentar el comercio justo de los productos agrícolas.
-Realizar cultivos bajo métodos o técnicas ambientalmente sostenibles.
-Mejorar las condiciones sociales de los productores y comerciantes.
-Buscar que los consumidores tengan alimentos menos procesados, saludables y de mejor calidad en su mesa.
-Garantizar seguridad alimentaria y buena nutrición para bienestar de la sociedad y el planeta.
Prácticamente la gastronomía sustentable es una forma de buscar el equilibrio correcto para satisfacer nuestras necesidades de alimentación de una manera saludable sin dañar a nuestro ecosistema.
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Una propuesta seria
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) se refiere a la gastronomía sustentable como ‘la promoción de la diversidad natural y cultural del planeta, así como el fomento e impulso de un consumo de alimentos responsable con el medio ambiente’. Con esto se busca disminuir en gran medida las cantidades de desperdicios de alimentos.
De acuerdo con un estudio del Banco Mundial, en México se desperdicia el 37% de los alimentos que se producen. Esto representa casi 20 millones de toneladas de desperdicio de alimento al año. Aproximadamente cada persona malgasta 220 kilos de frutas, verduras, carne, pescado y productos lácteos al año, siendo uno de los países latinoamericanos con mayor desperdicio.
La importancia de tener conciencia
Si se hiciera un buen uso de los alimentos tirados a la basura, casi 7 millones de personas de personas en pobreza extrema podrían alimentarse. Además se evitaría la generación de toneladas de basura que solo fomentan la degradación ambiental.
Es por eso que la industria que brinda servicios que están vinculados con los alimentos, desde producción, empaque, transportación, preparación en cocina, hasta la recolección de la basura producida post-consumo, se están sumando a las políticas creadas por gobiernos y asociaciones civiles. Esto para poder tener un estilo de gastronomía sustentable que además fomente las tradiciones culinarias de cada región.
Muchos restaurantes y hoteles, se han vuelto sustentables y responsables con el medio ambiente y con la producción local. Es importante que como consumidores adoptemos en nuestra vida diaria la responsabilidad de contribuir con nuestra huella verde a esta causa. Generemos la menor cantidad de basura posible, apoyemos a los pequeños productores con un consumo justo. Sobre todo, compremos sólo el alimento que de verdad consumiremos para que no se eche a perder y se tenga que desechar. También busquemos alimentos lo menos procesados, además de que sean saludables para el organismo.