Sin duda uno de los géneros musicales más representativos en la historia de México es la música ranchera. Esta expresión musical nos acompaña desde que subimos al camión hasta que salimos del trabajo. De hecho, algunas calles y puestos la usan como telón de fondo.
¿Pero sabes cómo llegó a posicionarse cómo uno de los géneros más escuchados? No te preocupes, aquí te lo contamos.
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Juego de palabras
La denominación ranchera proviene de la palabra rancho que en contexto mexicano significa una finca grande en el campo con latifundios. La música ranchera es de origen tradicional. Está ampliamente ligada a los mariachis, y fue producto del modelo nacional que se dio después de la revolución.
Las películas mexicanas potenciaron su difusión y establecieron la figura del charro y del mariachi cómo hoy lo conocemos. Fue durante esa época que el mariachi y el ranchero se coronaron cómo figuras nacionales que representaban la música del pueblo.
Cabe destacar que las canciones charras también contaban historias dentro de las películas. Si recordamos bien, la mayoría de los protagonistas eran cantantes de música ranchera y cantaban acompañados del mariachi. Por ejemplo, Pedro Infante o Jorge Negrete cantando ¡eso nunca!
El repertorio del mariachi incluye sones, jarabes, música para fandangos, y música para bailes como el vals y el chotis. Los instrumentos que usa se componen de cuerdas, violines, guitarrones, vihuelas, jaranas, arpas, salterios y guitarras.
Sus letras se centraban en las historias populares relacionadas con la Revolución Mexicana, la vida campesina, los caballos, la familia, los bares y cantinas. Actualmente las temáticas se han centrado especialmente en el amor de pareja. Existen muchos exponentes, pero entre los más aclamados están: Jorge Negrete, Antonio Aguilar, Francisco “El Charro” Avitia, José Alfredo Jiménez, Aída Cuevas, Lola Beltrán y Lila Downs.
No nos vas a dejar mentir, ¿quién puede quedarse indiferente escuchando a Lucha Reyes cantando “El Juan”? Y ni hablar del ¨Cucurrucucú¨ de Lola Beltrán o de “El rey” de José Alfredo Jiménez. Esas hermosas canciones y un tequila, nos dan valentía para echarnos el famoso gritito mexicano al estilo de los mariachis.