Son famosas las cajitas de Olinalá, una artesanía que se crea justamente en el municipio de Olinalá, Guerrero. Y gracias a su originalidad y tradición tienen denominación de origen.
¿Te lo perdiste? ‘Café Veracruz, intenso aroma y sabor de suelos volcánicos’
No sólo son cajitas de Olinalá
Cuando pensamos en las artesanías de Olinalá, lo primero que nos viene a la mente son esas bellas cajitas que, al abrirlas, despiden un olor a madera. Sin embargo, no es lo único que se produce en la región; también hay bandejas, fruteros, alhajeros, biombos, marcos, entre otros artefactos de uso doméstico.
Lo que tiene #DenominaciónDeOrigen no son las cajitas en sí; sino la técnica de laqueado con la que elaboran todos estos objetos.
De herencia prehispánica
Con un posible origen prehispánico, las lacas de Olinalá son una de las tradiciones que distinguen al estado de Guerrero.
Se elaboran a partir de la madera del árbol linaloé, en la que se tallan diferentes diseños. Posteriormente se barnizan con una mezcla hecha a base de aceite de linaza con chía, tierra blanca y tierra tecoztle.
Luego se pintan con pigmentos naturales como el carbón, polvo de piedras, junto con tintes o pinturas artificiales. Se crean diferentes motivos en los que predominan las flores y representaciones de animales.
El ajuar de la reina
Los objetos de laca o maque, como se les conoce, pertenecieron a la élite novohispana en época de la colonia. Ellos tenían baúles, muebles y demás artículos de la región de Olinalá considerados como objetos de lujo.
Con el paso del tiempo, las artesanías y objetos de Olinalá siguen siendo considerados un tesoro. Tanto así, que nuestro país, en una ocasión, regaló
a la reina Isabel II una hermosa batea, que es una especie de bandeja. Tenía los típicos motivos ornamentales y hasta hoja de oro.
Sin lugar a dudas, México es un país de tradición, con un gran esplendor artístico reconocido a nivel mundial.