Grana cochinilla, el bichito mexicano que enamoró al mundo entero

Uno de los pigmentos naturales más llamativos se obtiene de la grana cochinilla, un insecto parásito del nopal. Su nombre científico es Dactylopius coccus y, al ser molido, nos ofrece un color rojo muy mexicano.

¿Te lo perdiste? “Códice Dresde, documento milenario que revela la sabiduría maya”

El colorante más intenso

El cultivo de la grana cochinilla se remonta al siglo X de nuestra era. Y desde la antigüedad se utilizó para teñir textiles o para símbolos sagrados. Durante la época colonial su uso aumentó y empezó a comercializarse por varias partes del mundo.

Este rojo mexicano cobró popularidad gracias a su intensidad. Y era utilizado como colorante de varios productos, textiles y también llamó la atención de pintores famosos. Sin embargo, para obtener este colorante natural es necesario un proceso que requiere de muchos cuidados y tarda 90 días.

Antes de explicar cómo se obtiene, es necesario aclarar que hay dos tipos de cochinilla, la de segunda mano, y la fina. La primera es menos limpia y de ella se obtiene un tono morado. Mientras que la fina es más fácil de desprender del nopal.

Gracias al nopal

Los indígenas llamaban a la grana cochinilla como nocheztli, que significa “sangre de tuna”. Y es que todo comienza con la cría de este insecto en las pencas de ciertas especies de nopal.

Primero, se desplantan algunos nopales y se ponen a la sombra. Después de unos días, se colocan nidos del insecto para que lo invadan. La cochinilla se adhiere al nopal para extraer la savia y se queda fija. Este insecto es muy sensible, por lo que las condiciones de su cultivo son muy específicas.

Tres meses después, los insectos ya están listos para desprenderse del nopal. Luego, se colocan al sol para secarlos. Una vez deshidratados, se muelen hasta hacerlos un polvo color púrpura.

De este pigmento se pueden obtener varias tonalidades de rojo al combinarse con otras sustancias.

Con el tiempo, el uso de la grana cochinilla para teñir textiles o productos fue decayendo. Pero, gracias a los esfuerzos de artesanos y científicos por conservarlo, en varias regiones de México continua su cultivo.

FOTO PRINCIPAL: MUY INTERESANTE