Charales, los pequeños peces que viven en lagos mexicanos

En México existen cerca de 2 mil 500 especies de peces, de las que, poco más de 250 son endémicas. Entre ellas están los charales, peces que viven en lagos del centro del país y se consumen desde la época prehispánica.

La producción de charales

Su nombre científico es Chirostoma y cuenta con cerca de 20 especies. Este pez suele confundirse con el pescado blanco, pero puede identificarse por su tamaño. Es tan pequeño que no miden más de 12 centímetros.

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Los charales habitan en diferentes lagos del Eje Volcánico Transversal. Principalmente, se reproducen en el Lago de Chapala y en el de Pátzcuaro. De hecho, Michoacán es el primer productor con el 60% de la producción nacional. Aunque también se encuentran en otros lagos de Jalisco, Campeche, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo y Tlaxcala. Y se producen alrededor de 7 mil 200 toneladas de charal cada año.

Tradición gastronómica

Estos peces son parte importante de la biodiversidad de México. Pero también en la cuestión cultural y gastronómica.

Desde la antigüedad han sido sustento de culturas nahuas, otomíes y purépechas. Y son un alimento muy tradicional y nutritivo.

Los charales son una gran fuente de calcio, potasio, sodio, hierro, magnesio, yodo, niacina y vitaminas C, E, B y A. Además, aportan aceites omegas, por lo que son altamente recomendados. Sobre todo, para el desarrollo del sistema nervioso.

Hay muchas opciones para prepararlos. Pueden disfrutarse asados, fritos, dorados, como botana o guisado, en tamales, en tortitas, en tacos, con mole o salsas mexicanas. Es un alimento muy versátil.        

El cuidado de sus lagos

Actualmente, los charales siguen siendo sustento alimenticio y económico para los lugareños que se dedican a su producción. Por lo que no olvidemos que el cuidado de lagos y lagunas es esencial.

La conservación de las especies es responsabilidad tanto de autoridades, productores y civiles. Y es fundamental mantenerlos a salvo de todo tipo de contaminantes, así como de su sobre explotación.

¡Los charales forman parte de la extensa riqueza de nuestras aguas!

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