Hay un descubrimiento que marcó la historia de la arqueología mexicana y tuvo lugar en Monte Albán en 1932. Tal fue la cantidad y el valor de los objetos encontrados que se le consideró como el “hallazgo más importante en América.” Se trató de más de 300 objetos mixtecos y se le conoció como la Tumba 7.
Este descubrimiento apareció en diarios de todo el mundo durante varios días y reveló datos de las culturas zapoteca y mixteca. Pero también dio pie a la institucionalización de la protección del patrimonio cultural en México.
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Tumba 7 en Monte Albán
Este descubrimiento ocurrió en el año de 1932 tras la excavación en la Plataforma Norte de la Plaza Principal de Monte Albán. A cargo del proyecto estaba el arqueólogo mexicano Alfonso Caso quien junto a su equipo trabajaron incansablemente.
Ahí descubrieron seis tumbas zapotecas de caciques mixtecos, que enterraron a finales del siglo XV. Pero estas tumbas resultaron una Cueva de las maravillas, pues al interior había cientos de objetos preciosos.
Poco a poco sacaron y limpiaron las valiosas piezas. Entre ellas estaban coronas, joyas de oro, perlas, vasos, copas de alabastro, cristal de roca y collares de obsidiana y jade.
Además de otros objetos de gran valor, había un cráneo cubierto de mosaico de turquesas. Éste tenía dos discos de concha en las cuencas de los ojos y un pedernal incrustado en la nariz.
Lo que llamó la atención del arqueólogo era la variedad de piezas. Como había huesos con glifos tallados, decidieron analizarlos. Así descubrieron que esta sepultura la reutilizaron los mixtecas después de que los zapotecas se fueran de ahí.
Una ley e instituto para proteger el patrimonio
Gracias a este descubrimiento pudieron entenderse muchos aspectos de ambas culturas. Igualmente, logró la creación de una ley para proteger y conservar monumentos arqueológicos e históricos dos años después.
Pero eso no fue todo. Más tarde, en 1939 también generó la formación del Instituto Nacional de Arqueología e Historia (INAH). Actualmente las piezas que se encontraron en aquel entonces están en el Museo de las Culturas de Oaxaca.