Científicos del Centro de Investigación en Salud Poblacional (CISP) del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) señalaron que a diferencia de la tortilla, el consumo frecuente de pan puede desarrollar hipertensión arterial.
El doctor en Epidemiología Nutricional e investigador principal del estudio, Ruy López Ridaura, indicó que el desarrollo de dicha enfermedad crónica está asociada con las cantidades de sodio que posee y la frecuencia con la que es consumido.
Recalcó que su grupo de investigación ha observado una significativa relación entre la ingesta de pan con un mayor riesgo a desarrollar hipertensión arterial, en comparación con las personas que incorporan tortillas en su dieta.
“Se ha visto que el pan es una de las principales fuentes de sodio, tanto el industrial como el artesanal. Regular este aspecto es complicado. En México falta evidencia científica para impulsar con mayor énfasis una política pública para la reducción de contenido de sal en los alimentos”, expresó.
Reconoció que es complicado estimar la ingesta de sodio o sal en la dieta porque está en muchos alimentos y la cantidad es muy variable, pues la mayor parte de su consumo es por medio de alimentos industrializados.
El investigador nivel III del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) mencionó que la hipertensión es considerada un problema de salud pública mundial debido a su alta incidencia y prevalencia, y que en México 30 por ciento de la población adulta se encuentra en esta condición aunque sólo la mitad no lo sabe.
“Se trata de una condición asintomática responsable de problemas del corazón, como puede ser insuficiencia cardiaca, infartos, así como complicaciones en el sistema vascular cerebral o renal”, expuso a la Agencia Informativa Conacyt.
Ante ello, Ruy López recomendó evitar el consumo de azúcares refinados y refrescos, la ingesta de sal, carne procesada y comida rápida, aunado a que -dijo- a partir de los 40 años es importante que las personas midan su presión arterial, al menos una vez al año.
Agregó que su investigación estudia las dietas de 115 mil maestras de escuelas públicas que residen en 12 estados del país, pues se trata de un gremio con mayor estabilidad, un elemento importante para facilitar el seguimiento del trabajo.