San Marcelino, comunidad maya oculta en Yucatán

San Marcelino es uno de esos pueblos que respira magia en cada rincón. Se encuentra en el Municipio de Tekax, en el estado de Yucatán. La localidad cuenta tan sólo con 30 habitantes, con tradiciones mayas aún vivas.

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Destino ideal para los viajeros

Para llegar, es necesario atravesar un camino de terracería por varios kilómetros, pues no es posible llegar por otro medio de transporte. Sin embargo, gracias a eso, el lugar es ideal para respirar calma, encontrar paisajes solitarios y conectarte con la naturaleza.

Las familias que habitan ese lugar poblaron el sitio hace 60 años; y recientemente se integraron al proyecto de turismo comunitario. Pues son de las pocas comunidades mayas originarias que sobreviven en nuestro país.

En San Marecelino se vive la cultura. Todavía es posible ver a las mujeres con sus hipiles lavando la ropa como los antiguos mayas. Es decir, con una piedra redonda, agua y teniendo como base una piedra cuadrada de grandes proporciones.

Además, a tu paso encontrarás las chozas típicas mayas elaboradas con palos y techo de guano.

Lo que puedes hacer en San Marcelino

El centro es otro de sus grandes atractivos, mejor conocido como la Zona Puuc. Ahí, una imponente iglesia dedicada a San Juan Bautista se alza hacia el cielo, coronándose como una de las primeras edificaciones franciscanas en esta zona.

Las grutas, uno de los patrimonios principales del municipio, son una parada obligada. Hay recorridos por algunas de ellas como: Chocantes, Kalmankal, Sartenejas, Platanal y Trincheras. ¿Lo padre? Que no sólo podrás disfrutar de sus aguas, sino que podrás conocer su importancia en la cultura maya.

Pero si eres de los más aventureros, entonces visita a Zona arqueológica de Chacmultún o “Montículos de piedra roja”. Ésta se ubica a pocos minutos de San Marcelino. Aquí podrás admirar los asentamientos mayas que representaron la gran hegemonía de la Zona Puuc, especialmente de la ciudad de Uxmal.

Un sitio de gran riqueza cultural

Por otro lado, la gastronomía es un punto igual de delicioso. Y es que la comida yucateca es abundante y sobresalen platillos como el relleno negro y el blanco, servido con tortillas hechas a mano y acompañados de jugos naturales.

Cabe resaltar, que todos los productos son elaborados, cosechados y sembrados por los mimos habitantes. Asimismo, en algunos lugares se elaboran artesanías como hipiles bordados y guayaberas.

Además, durante los recorridos por San Marcelino, observarás plantaciones de maíz y frijol. Así como a personas dedicadas a la ganadería y apicultura.

Si quieres vivir algo distinto y con causa, entonces visitar las comunidades de Tekax es para ti. Es un auténtico viaje en el tiempo que te llevará a conocer otras formas de vida, historias, costumbres y creencias.

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