¿Sabías que estas frutas son 100% mexicanas?

México es conocido por su gran variedad de especies animales, vegetales y frutas. Estas últimas, albergan sabores ácidos, dulces y picositos que, tanto a ti como a nosotros, nos han puesto la piel chinita.

Los aztecas, por ejemplo, llamaban tzapotl a todas las frutas dulces que crecían en tierra mexicana. Por eso hoy, te traemos algunas frutas, que, aunque no lo creas, son cien por ciento mexas.

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Huaya

Esta milenaria fruta, conocida en otras zonas como talpajocote. Proviene de un árbol que se encuentra en América Central. Su forma es una pequeña drupa, que se puede encontrar en los estados de Yucatán, Campeche y Quintana Roo. Es ideal en días de calor, y puede consumirse fresca, enlatada o incluso en bebidas alcohólicas.

Mamey

El mamey tiene un sabor y un lugar muy especial en nuestros licuados mañaneros. Su piel es firme y su interior es de un color naranja fuego, parecido al de algunas especies marinas como los corales. Por otro lado, su pulpa es cremosa, suave y dulce, lo que la ha vuelto ideal para consumirse en helados y diversos postres. Además, es parte de la familia de los zapotes y se encuentra principalmente en los estados de Chiapas, Tabasco y Veracruz. 

Pitaya

Conocida por su llamativo color rosa mexicano. Esta fruta, conocida en algunos lugares como fruta del dragón. Es de origen latinoamericano y se encuentra en zonas áridas y semiáridas de México. Su cascara verde rojiza, y los tallos rectos y acanalados que la forman, la han vuelto uno de los frutos más exóticos del mundo.

Zapote negro

El zapote negro es una fruta que desde siempre ha sido consumida en nuestro país. Es nativa de las costas de México como Chiapas, Veracruz y Yucatán. El árbol de esta fruta puede alcanzar hasta 25 metros de altura. Su color es igual de peculiar que la fruta anterior. Pues es verde por fuera y negro por dentro. Además, su sabor parecido al chocolate lo han colocado como uno de las frutas favoritas por muchos.

Tuna

Esta fresca y dulce fruta es originaria de Mesoamérica y en realidad, nace del nopal. Su sabor es parecido al de la sandía y puede crecer en diferentes colores; rosa, naranja y verde. Algunos la consumen en aguas frescas, mermelada o simplemente en rebanadas con limón y sal. Sin embargo, es una de las frutas más peligrosas, debido a que su cascara está formada por pequeñas espinas que se deben quitar antes de ser consumida.