En los últimos días se ha hablado mucho sobre las ‘puertas giratorias’ y lo que representa que un miembro del gobierno que se encargue de regular algún sector estratégico, al terminar sus funciones, recale en una empresa privada, en el mismo sector que meses antes se había encargado de legislar.
Es un tema interesante, pues se tiene que poner énfasis en las ventajas que pueden obtener los servidores públicos que sirvan para beneficiar a la empresa que los contrate. Situaciones como puede ser la posesión de información privilegiada o los contactos que se generaron al ejercer su función.
Un problema de competencias mundiales
Cabe resaltar que el problema de las ‘puertas giratorias’ no solamente afecta a México. Es un tema global, en donde los países están regulando de la mejor manera posible para evitar posibles conflictos de interés. En ese sentido ha trabajado mucho Transparencia Internacional, que ha realizado diversos estudios e informes en los que pide a las instituciones prevenir las puertas giratorias, establecer periodos de transición de un sector a otro y que exista mucha mayor transparencia. Esto para que se puedan analizar las diversas situaciones y así poder evitar los casos de corrupción.
En el caso de México, se tiene una regulación bastante flexible. Sólo se impide a los funcionarios públicos llegar al sector privado en el periodo de un año después de haber dejado sus funciones. Sin embargo, no existe una instancia que controle si existía algún tipo de vinculación entre el exfuncionario y la empresa en el momento que este desarrollaba su trabajo en el gobierno.
Acciones en el Senado
Es por estas razones que Morena presentó una propuesta en el Senado para regular este tipo de actos. En ella plantea incrementar a 10 años el plazo de restricción para contratarse en el sector privado. Esta medida sólo afectará a exfuncionarios públicos que hayan desarrollado su trabajo en áreas estratégicas y que cuenten con información privilegiada de interés nacional que no sea de dominio público, la cual podrían utilizar en su propio beneficio o en el de terceros.
Los funcionarios públicos que no posean información estratégica o privilegiada quedarán exentos de esta medida. Tampoco será efectiva si los funcionarios van al sector privado en un sector estratégico diferente del cual formaron parte en su etapa en el gobierno.
Al regular las ‘puertas giratorias’, no se pretende evitar que los servidores públicos se puedan contratar en el sector privado, solo se trata de evitar que saquen provecho de la información privilegiada o la influencia que obtuvieron en su momento. Además, se buscan evitar suspicacias sobre si se reguló pensando en que su siguiente paso sería recalar en determinada empresa.
Es necesario encontrar una regulación que satisfaga a todos. Tampoco se debe evitar que los funcionarios públicos aporten su conocimiento y experiencia al sector privado, ya que es un personal altamente cualificado y que podría ayudar al desarrollo del sector al que pertenece.
Se deben plantear reglas claras, que beneficien a todos sin aprovecharse de información privilegiada, del cargo público y que evite el conflicto de interés. Por eso es simplemente una cuestión de transparencia