Real del Monte: Un verdadero viaje en el tiempo y el espacio

Siguiendo la serie de planes ida y vuelta desde la Ciudad de México, el día de hoy nos vamos dirigir a un lugar que podría transportarnos no sólo en el tiempo, sino también a otro lugar del mundo. Nos referimos a Real del Monte, un “Pueblo Mágico” escondido entre la cadena montañosa hidalguense…

¿Cómo llegar?

Lo ideal es irse temprano pero ya desayunados, porque la salida a Pachuca es conocida por ser medio “conflictiva” en cuanto a tráfico se refiere. La caseta que está pasando el cerro de la estrella, vale $49 pesos y es una súper carretera que lleva todo derecho hasta Pachuca.

Una vez ya en “la bella airosa” hay que tomar el Blvd. Luis Donaldo Colosio hasta encontrar el corredor de la montaña que está pasando la Plaza Q, donde está un Sears. De ahí son 17.5 kilómetros hasta encontrar la salida a Real del Monte.

En total, aproximadamente son: una hora 30 minutos de camino.

¿Por dónde empezar?

Yo les recomiendo irse luego luego al Museo Mina de Acosta porque así van a poder entender todo lo que vendrá después…

El museo abre de martes a domingo de las 10 a las 6 de la tarde y cuesta $40 pesos para el público en general. La verdad es que es mucho más divertido que cualquier otro museo porque aquí realmente te meterán a dar un paseo por la mina y te explicarán cómo funcionan esos lugares.

Un tip: Pregunta por la explicación de la frase “A OJO DE BUEN CUBERO”, que ahí se creó y ¡te cambiará la vida!

El punto es entender que en este lugar, hace más de 400 años llegaron un grupo de ingleses a instalarse para explotar las numerosas minas que habían por ahí y, como se quedaban mucho tiempo, pues llegaban con todo y familias.

Esto es importante saberlo porque entonces van a poder entender porque las casas parecen un poco raras, y es que todo en ese lugar tiene una influencia inglesa. Pero para saber más, sigan leyendo…

¿Qué hacer después?

Saliendo del Museo, lo ideal es ir al Panteón Inglés que está hasta el otro lado del pueblo y, de esta manera, darse un paseo por este peculiar lugar en el que tal pareciera que el tiempo se ha detenido… La escuela, el hospital, todo parece salido de una película de exploradores ingleses de antaño…

Llegando al Panteón Inglés hay que buscar al encargado para que los ayude a pasearse por lo que parece un pedazo del mismísimo Bosque de Sherwood salido de una aventura de Robin Hood en donde las impresionantes tumbas de todo tipo de personajes los van a hacer sentir en otro lugar y en otro momento… Es verdaderamente un sitio lleno de magia e historia escondido dentro de un tímido lugar que resguarda sin duda cientos de secretos…

¿Dónde comer?

Para esta hora seguramente el hambre ya nos regresó a la realidad, así que la siguiente parada será en el Museo del Paste en donde por $70 pesos podremos fabricar nuestro propio paste al estilo hidalguense y es que esa es otra historia mágica…

En Inglaterra, desde que se creó Real del Monte, existen los “pastries” que básicamente son bolas de masa rellenas de algún guisado. Estos se crearon para que los hombres trabajadores se llevaran el lunch adentro y así no sólo pudieran disfrutar un rico guisado sin tanto problema, sino que además se pudiera mantener calientito por más tiempo mientras llegaba la hora del almuerzo en la mina… Así nacieron los tradicionales Pastes y en ese lugar van a poder no sólo disfrutar la receta original sino además, conocer todo el proceso de elaboración.

Para cerrar con broche de oro…

Ya con la barriga llena y el corazón contento, yo les recomiendo darse una caminadita por la plaza central en donde hay varias joyerías de la región con algunos dijes y collarcitos a buen precio y además muy originales.

El chiste es que se dejen transportar por la magia de este lugar que ha sabido conservar su encanto a través de los años y al mismo tiempo ayuden a que eso siga siendo posible…

No olviden contarnos cómo les fue si deciden aventurarse a Real del Monte.