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Pueblos abandonados y llenos de misterio. #AyNanita

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La República Mexicana tiene varios rincones que siguen intactos a pesar del tiempo, sitios que tuvieron gran prosperidad hasta que fueron abandonados por alguna extraña razón. En sus ruinas los fantasmas del pasado todavía recorren el presente.

Y aquí te presentamos una lista:

Ojuela, Durango

Ojuela fue un pueblo minero descubierto en 1598 por el Jesuita Servando de Ojuelos. Durante la colonia fue muy prospero, pues se extraía oro, plata, zinc y manganeso. A mediados del siglo XX, una terrible tormenta inundó la mina dejándola sin funcionamiento, lo que provocó que los habitantes se fueran a buscar otras fuentes de trabajo y quedó desierto.

Para llegar ahí, debes pasar muy cerca de un lugar conocido como ‘la Zona del Silencio’, donde no hay forma de comunicarse debido al magnetismo que existe. Una de las estructuras que más llaman la atención al visitar este pueblo es el puente colgante que data de hace 400 años, suspendido a 110 metros de altura sobre los cerros.

Real de Catorce, San Luis Potosí

En 1772, este poblado tuvo gran auge con la extracción de plata en sus minas, cuando dejaron de producir el pueblo prácticamente murió convirtiéndose en un pueblo fantasma. Actualmente, sus viejas casonas, iglesias y oscuras minas se convirtieron en un atractivo turístico.

El Antiguo Panteón de San Francisco y el Cerro Quemado son un espacio sagrado para los huicholes que realizan ceremonias tradicionales. Puedes recorrer este enigmático pueblo, pero al estar en medio del desierto te deja la sensación de un vacío melancólico.

Mineral de Pozos, Guanajuato

Tuvo un gran auge minero durante la época de la colonia en nuestro país, el cobre, plata, oro, bronce, mercurio y aluminio se extraían de sus minas. Su época de mayor prosperidad fue a finales del siglo XVIII e inicio del XIX.

Una de las leyendas de este lugar es que cayó una maldición por el asesinato del cura de Mineral de Pozos en el conflicto Cristero. Después se inundaron las minas y la gente tuvo que emigrar a otras partes, dejando atrás todo su esplendor.

Sin embargo, este lugar ha sido rescatado y es considerado Pueblo Mágico, en los alrededores quedan las minas abandonadas que se pueden explorar y los cascos de las haciendas.

Cerro de San Pedro, San Luis Potosí

Este sitio se encuentra a 20 minutos de la capital de San Luis Potosí, también fue un pueblo minero a principios del siglo XX. Hasta que en 1948 estalló una huelga, la compañía decidió dinamitar la mina dejando que el pueblo cayera en decadencia.

Actualmente, sus construcciones están semiderruidas y hay pocos habitantes que conviven con el espectro de las construcciones viejas, en donde el viento caliente rompe ese extraño silencio que rodea al cerro de San Pedro.

Pueblo de San Juan Parangaricutiro, Michoacán

En 1943, una erupción del volcán Paricutín dejo sumergido este poblado, en donde solo sobrevivieron las torres de la iglesia de San Juan Parangaricutiro, que quedaron de testigo de este fenómeno.

Puedes visitar la iglesia rodeada de piedras volcánicas y sentir la vibras que rodea este lugar.

Guerrero Viejo, Tamaulipas

Guerrero Viejo o Antigua Ciudad de Guerrero, fue una de las ciudades más antiguas del norte que se fundó en 1750. Pero sus habitantes fueron obligados a abandonar sus hogares por la construcción de la Presa Falcón en 1944, ya que los niveles del agua alcanzarían a inundar el pueblo.

Fue evacuado en su totalidad en 1953, el mismo año que se inauguró la presa. Sin embargo, cuando el nivel del agua baja, emerge de nuevo y se puede visitar. Uno de sus atractivos es la cúpula de la Iglesia De Nuestra Señora del Refugio y se pueden observar las ruinas de lo que fue un pueblo lleno de vida y que ahora sólo quedó en el olvido.

Misnebalam, Yucatán

Misnebalam es una hacienda que se encuentra cerca de la ciudad de Mérida, fue habitada de 1910, hasta 2003, en donde llegaron a vivir de 70 a 200 personas. Sin embargo, la escasez de agua hicieron que quedara abandonada.

Está rodeada de leyendas, dicen que en el lugar se aparece Juliancito, un niño fantasma que se quitó la vida colgándose de un árbol, y que luego comenzó a asustar a los pobladores con sus travesuras. Al igual, un monje, se aparece en las noches cerca de la iglesia vestido de negro y es el responsable de que se oigan ruidos extraños.

Se puede visitar en las noches a través de visitas guiadas que salen desde la Ciudad de Mérida. ¿Te atreverías a ir?

Estos lugares pasaron de tener gran prosperidad a quedar en el olvido. Recorrerlos es una experiencia extraña, pues están impregnados de misticismo y misterio.