Por Ashlei Espinoza Rodríguez. Enviada
El Museo Municipal “Ricardo Pozas Arciniega” , ubicado en este municipio, muestra una colección de más de 500 muñecas artesanales, provenientes de todos los estados del país y de varias partes del mundo, que son creaciones de manos indígenas.
En entrevista con Notimex, Gela Rodríguez, promotora de turismo del recinto, señaló que la colección que resguarda el museo, se ha ido formando con las muñecas participantes en el Concurso Nacional de Muñecas Artesanales que el municipio realiza desde hace cinco años.
Coquetas y alegres, las muñecas elaboradas de diversos materiales como tela, barro y palma que posan tranquilas en las repisas de madera del recinto, reciben a los visitantes a este breve recorrido donde conocerán a través de estas simpáticas personitas, las etnias y los trajes típicos de los pueblos indígenas de México.
Reclamando el lugar de honor dentro de la exhibición, la famosa muñeca otomí, conocida popularmente como “María” alegra cada rincón del lugar, con sus pequeños ojitos negros y su diadema de listones de colores. Ella es la anfitriona de este espacio, ya que Amealco es la tierra que aún la ve florecer.
Al respecto, Gela Rodríguez narró que está muñeca fue creada por las comunidades indígenas en las cuales, los padres, al no poder comprarle a sus hijos muñecas comerciales, elaboraban estos juguetes con retazos de tela.
Actualmente, estas personitas aún se crean en más de 500 talleres localizados en las comunidades queretanas de San Idelfonso y Santiago Mexquititlán, principalmente.
“En Amealco tenemos dos zonas indígenas muy importantes que se dedican a esto y las personas tuvieron algunas capacitaciones para hacer estas muñecas y los apoyaron con sus talleres para que fueran de mayor calidad y se pudiera exportar y se volviera más popular en diferentes partes de la México y el mundo”, dijo.
Por ello, en el espacio no es extraño ver a cientos de “Marías” de todos los tamaños y ataviadas con trajes coloridos, que rinden homenaje por ejemplo, a la mariposa monarca o al magnifico quetzal a través de una falda que viste una de ellas y que fue elaborada con sus plumas color verde turquesa.
Mientras que una solitaria muñeca otomí que está resguardada en la parte baja de una de las repisas, recuerda a la humilde mujer mexicana que va a vender todos los domingos sus productos al mercado.
Cobijando su cabeza con el tradicional rebozo, y vestida con sencilla manta blanca, una de estas “Marías” recrea tan popular imagen al estar representando a una vendedora de coloridos rebozos sobre un petate en la calle.
No obstante, las bellas “Marías” junto a sus parejas, los coquetos “Panchitos” con sus sombreros blancos y camisas de cuadros, comparten las repisas del Museo Municipal con muñecas y muñecos provenientes de otros estados de la República, así como de países como Japón y Perú.
Así, las muñecas creadas por los huicholes de San Luis Potosí, elaboradas de plásticos, mostrarán al público sus vestidos decorados con cientos de coloridas cuentas de chaquira que forman figuras de animales en la enagua (falda).
Mientras que los juguetes provenientes del Perú, presentarán sus tradicionales ponchos y gorros elaborados en telar de cintura en colores rojo y verde.
Además, desde Veracruz, una muñeca articulada de madera brillante y semblante rígido, mostrará uno de los trajes tradicionales de las mujeres veracruzanas.
Sin embargo, las humildes muñecas de trapo como las “Marías” que nacieron para alegrar los días de las niñas indígenas de esta zona del país y las cuales actualmente son piezas de colección, siempre serán las más admiradas en este recinto.
“La muñeca de trapo tiene otra curiosidad muy diferente a tus muñecas que son de plástico. Una muñeca de trapo la puedes acariciar, la puedes doblar y hacer como tú quieras y una muñeca de plástico pues está inepta”, describió Gela.
Por otra parte, la promotora de turismo del recinto señaló también que la mayoría de las piezas del museo se encuentran a la venta, pues esta es una forma de ayudar al artesano a generar ingresos.
“Ahorita el municipio no tiene tanto recurso para estar invirtiendo en las muñecas, entonces las muñecas que participan en el concurso se ponen en venta y le da a la artesana su dinero, y las que no se venden se les regresa o se quedan aquí para poderlas tener en venta.
“Además, si te gusta una muñeca que fue donada y si ya tiene tiempo, se localiza al artesano para que haga una réplica y así va fortaleciendo su economía”, puntualizó.