También llamado vitromural por los materiales con los que fue hecho; el mural de Zacatlán fue un proyecto comunitario
A lo largo de una avenida cuya vista da a las Barrancas de los Jilgueros; se encuentra el mural de Zacatlán. Esta obra fue un proyecto comunitario, hecho en conmemoración de los 300 años de Zacatlán. Una brillante placa que se encuentra en la esquina, bajo un reloj, dedica este trabajo “a las comunidades que producen manzanas, amigos, vecinos, familiares, turistas y a la comunidad en general”.
Con más de 90 metros de largo, este mural rodea al panteón municipal, y se divide en tres partes. La primera de ellas es conocida como La vida eterna, que representa diferentes pasajes bíblicos. Abarca desde la entrada del panteón hasta la torre del reloj que se encuentra en la esquina. En el otro extremo se encuentran representaciones de Huitzilopochtli, Tonathiu, Tláloc y, principalmente, Quetzalcóatl. La parte de la historia del pueblo se encuentra en medio de ambas y es la que da hacia las barrancas. Así, la luz del sol se refleja en los miles de trozos de vidrio, mosaico y talavera que lo conforman.
La principal impulsora de esta obra fue Mari Carmen Olvera, nieta de los fundadores de la fábrica de relojes que lleva su apellido, muy conocida en Zacatlán. De hecho, el reloj que divide la sección de La vida eterna y la de la historia del pueblo, se realizó por los Olvera para formar parte del mural; y en la placa también figura el nombre de la fábrica.
La obra quedó a cargo de la artista plástica Trish Meshner-Lynch, y otros trece artistas que colaboraron en su realización. Además, Mari Carmen Olvera se encargó de invitar a los pobladores a participar en este trabajo, para que se sintieran parte de él y el mural parte del pueblo.
Aunque la placa asegura que fue inaugurado el 9 de mayo del 2015; en realidad esto se hizo por etapas. La primera sucedió el 10 de enero del 2015, la segunda en la fecha establecida por la placa; y la tercera, el 8 de octubre del 2016. El trabajo inició a finales del 2014; para conmemorar los 300 años de la fundación de Zacatlán, en 1714.
Como este, existen muchos murales en nuestro país que vale la pena conocer. Uno de ellos es El espejo de la estrella, última obra de Diego Rivera elaborada con ónix, mármol y concha nácar. Se encuentra en el parque El Batán de la CDMX. Asimismo, en un panteón de León, Guanajuato existe un mural con los personajes de la película Coco. ¿Conoces alguno de ellos?