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Muere lechuza apedreada por ser considerada de ‘mal agüero’

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El pasado 12 de mayo la asociación Proyecto Santa María había informado sobre ataques contra las lechuzas en Yucatán. Los hechos ocurrieron en la comunidad de Subincancab, en el municipio de Timucuy, cuando los pobladores apedrearon a una lechuza y luego la rociaron con agua bendita. A pesar de los esfuerzos de la asociación por mantenerla con vida, el ave falleció este domingo.

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Hasta agua bendita para la lechuza

El ave fue atacada con piedras después de que se le avistó en el campanario de la iglesia de la comunidad. Luego de caer y ser bañada con agua bendita, fue rescatada por las autoridades, a quienes dieron aviso un grupo de jóvenes de la comunidad. Lo que motivó el ataque fue la superstición, se cree que estos animales anuncian la muerte.

lechuza

Los activistas del Proyecto Santa María expresaron que la contingencia sanitaria que se está viviendo intensifica este tipo de conductas. Asimismo, solicitaron ayuda para tratar a la lechuza a través de su cuenta de Facebook. Debido a las lesiones el ave requería de radiografías, cirugía y una prótesis de pico para sobrevivir. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos, la lechuza perdió la vida.

“Nuestros recursos están agotados, las actividades de rescate y protección a la fauna se ven limitadas”, publicó el Proyecto Santa María en sus redes sociales.

Mitos perjudiciales

Las lechuzas y los búhos protagonizan mitos que han puesto en riesgo a sus ejemplares. Frases como “cuando el tecolote canta, el indio muere”, alimentan la superstición y el odio hacia estas especies.

Al ser animales nocturnos se les relaciona fácilmente con temas de brujería, también existen creencias de que son aves que recogen las almas de las personas. En algunas regiones de África se cree que es el mismo demonio encarnado en un animal.

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Las lechuzas suelen acercarse a las zonas urbanas para anidar en estructuras elevadas como campanarios o torres de agua. Cabe mencionar que las lechuzas son una especie amenazada de acuerdo a la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres.

Por su parte, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) condena el maltrato, venta y muerte de ejemplares de vida silvestre. Quienes cometan estos actos pueden ser sancionados con hasta a nueve años de prisión. Del mismo modo, la Profepa hizo un llamado a respetar los nidos y la vida de estos animales.