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¡Milagro mexicano! El nopal salva a una comunidad de Argelia

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El nopal mexicano no sólo sirve para darle un mejor sabor a tus tacos o a tu carnita asada -aunque también es válido- y es que lo creas o no, el nopal ha salvado a la comunidad de Sidi Fredj, en Argelia.

¿Cómo fue que esto sucedió y de qué manera está ayudando el nopal en Argelia?

Todo comenzó cuando los agricultores de Argelia comenzaron a prestarle atención a esta milagrosa planta mexicana. Y es que, gracias al nopal, la economía comenzó a reactivarse en ciertas regiones que se mantenían en pobreza extrema.

¿Te lo perdiste? “El nopal, alimento sagrado y nutritivo de todos los mexicanos?”

La situación de Sidi Fredj era tan escasa que la gente comenzaba a migrar de su lugar de nacimiento, debido a la situación de desempleo y aridez de la región.

Pero como si fuera un milagro, la situación en la ciudad costera comenzó a mejorar gracias al nopal, por lo que decidieron empezar a cultivarlo por sus pencas, su flor y su fruta. Pues recordemos que el cactus Opuntia ficus-indica, por su nombre científico, cuenta con muchos beneficios, tanto para la salud como en la producción de gas y energía.

Fue gracias a los cosméticos y a la nueva demanda alimentaria que ayudó a impulsar la producción del nopal en los últimos años. Y aunque antes era cultivado sólo por la fruta, la cual era vendida en 10 dinares la pieza, algo así como en $1.56 pesos, ahora es aprovechada en casi todo su esplendor.

Propiedades naturales

Incluso, la industria cosmética y las revistas de moda -tanto europeas como estadounidenses- encontraron que el aceite de nopal contiene grandes propiedades antiarrugas. Las flores son ricas en vitamina C, calcio y magnesio. Los cuales son utilizados en aguas aromáticas, y la pulpa de la fruta es útil para mermeladas, vinagres y jugos.

Otra buena noticia, es que los expertos mexicanos ayudaron a los agricultores argelinos a mejorar e identificar las características más ventajosas para cultivar el nopal en sus tierras.

“Mi futuro está aquí, no es necesario ir al extranjero”

Fethi Gueldasmi, agricultor