México une esfuerzos para rescatar la riqueza del frijol

El frijol, junto con el maíz y el chile, nos han acompañado desde la época prehispánica y son un alimento principal que no puede faltar en la mesa de los mexicanos.

Hay alrededor de 150 especies de frijoles en el mundo, de las cuales cincuenta se producen en nuestro país. Dentro de sus variedades se encuentra el peruano, amarillo, azufrado, canario, mayacoba o mantequilla, pinto, flor de mayo, bayo, canelo, rebocero o acerado, ayocote, yegua o patole y negro. ¿Quién no ha disfrutado de unos frijoles charros, refritos, cocidos con epazote o con nopales?

Esta leguminosa puede cocinarse de distintas formas, ya sea molida, en granos o en caldo. Además, es la guarnición perfecta de cualquier comida, sobre molletes, en tamales, en tlacoyos o en tacos.

Por desgracia, en los últimos años, su consumo ha disminuido. De los 19 kilos por persona que se consumía al año, algunas décadas atrás, ahora solo es de nueve.

Al rescate del frijol

Es por eso que, un grupo de investigadores mexicanos realizan estudios sobre sus componentes bioactivos, para que puedan darle un valor agregado y generar opciones alimenticias como materia prima.

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De acuerdo con el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), los expertos de la Unidad de Tecnología Alimentaria del Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño de Jalisco (Ciatej), separaron los componentes del frijol en tres grupos: Compuestos fenólicos de la cascarilla; carbohidratos como el almidón y la fibra, que se encuentran en el cotiledón (las primeras hojas de las plantas); y como proteína, para hacer harinas, u otros ingredientes que puedan utilizarse en diferentes aplicaciones tecnológicas.

Luis Mojica Contreras, investigador de ese centro, aseguró que con este proyecto se podrá observar la extracción de sustancias o componentes que puedan ser usados como ingredientes alimenticios, así como la generación de desarrollos tecnológicos de utilidad para producir este tipo de ingredientes a base de frijol y sean aplicables para la industria.

La importancia de consumirlo

También lo que buscan es fortalecer la presencia del frijol en la dieta de los hogares mexicanos. “Pensamos en reincorporar el frijol como parte de los ingredientes. Como una harina u otros productos que se consuman de forma habitual, pero que siga siendo frijol”, apuntó el especialista.

Al igual, señaló que el frijol contiene compuestos bioactivos que ayudan a prevenir obesidad, sobrepeso y diabetes tipo 2, ya que es una de las legumbres con menos contenido de grasa, tiene bajo contenido de azúcar y destaca su alto contenido de fibra. Asimismo, es rico en calcio, potasio y tienen antioxidantes que ayudan a reducir los problemas del corazón.

Todo esto la convierte en una proteína de alta calidad y ocupa el segundo lugar en importancia después del maíz.

Con información de Notimex