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La leyenda del Padre sin cabeza #AyNanita

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Hay historias que no nos dejan dormir por las noches porque sentimos que nos encontraremos a los escalofriantes protagonistas. Tal es el caso de la leyenda de El Padre sin cabeza. ¿La conoces? Si no es así, prepara tus mejores oraciones, porque te aseguramos que esta madrugada no podrás pegar el ojo.

Durante la época colonial, las iglesias, templos y torturas formaban parte del paisaje diario de los habitantes de México. Si bien, las iglesias eran consideradas sagradas, por las noches, la gente temía entrar en ellas. Pues decían ver sombras y oír sonidos extraños cuando el sol se ocultaba.

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El nuevo cura

Cuenta la leyenda que acababa de llegar un sacerdote a la comunidad y se disponía a instalarse en su nuevo cuarto. Tras un día dedicado a mover y tirar cosas, el cansancio se hizo presente. Así que decidió salir al patio para despejarse.

Leyenda del padre sin cabeza

El cielo ya estaba oscuro y todo parecía tranquilo. Incluso, una refrescante brisa se llevó toda su fatiga. Pero su paz fue interrumpida por un ruidoso y profundo lamento que lo obligó a abrir los ojos inmediatamente.

La oscuridad se hizo brumosa y su vela se apagó. No podía ver absolutamente nada, así que se apoyó de su oído y tacto para salir de ahí. Tocaba los muros para avanzar; pero, de repente, sintió algo parecido a una tela desgastada.

Una luz desconocida iluminó lo que se encontraba frente a él. Se trataba de un padre, con habito café, pero le faltaba algo… nada más y nada menos ¡que la cabeza! El sacerdote, al darse cuenta, emitió un tremendo grito. Su cuerpo no reaccionaba, sus manos sudaban y se le llenaron los ojos de lágrimas.

Cuando pudo entrar en sí mismo, intentó escapar. Pero el padre lo persiguió por todas partes, implorándole que le ayudara a encontrar su cabeza. Cuando por fin se detuvo y vio que estaba a salvo, descansó sobre un banco. Trató de asimilar lo ocurrido; sin embargo, la leyenda continuó.

El padre sin cabeza

Otras versiones del Padre sin cabeza

Esta leyenda también existe en otros países de América Latina, como en Venezuela, Nicaragua, Panamá, etc. Hay diferentes versiones y algunos conocen la historia como el cura o el fraile sin cabeza.

En México, hay una versión de Jalisco que cuenta que el padre sin cabeza fue un sacerdote querido por la población. Sin embargo, lo condenaron injustamente a la horca. Algunos aseguran que han visto su silueta cerca del árbol donde lo ahorcaron, en la Parroquia de Santiago Apóstol de Tonalá.

Así que ten cuidado y pórtate bien, porque podrías ser el siguiente en encontrar al padre sin cabeza. #AyNanita

Fotos: Internet