Conoce la historia de Oralia y Juan; dos jóvenes que vivieron en Zacatecas hace muchísimos años
Es bien sabido que México tiene muchísimas leyendas. Algunas tienen su origen desde la época prehispánica. Y en estas fechas; las que tratan de amor son especialmente recordadas. Por eso hoy te traemos una del estado de Zacatecas.
Todo comenzó en la plaza de Miguel Auza. Alrededor del año de 1860, existió un aguador que se llamaba Juan. Y todos los días pasaba por aquella plaza, puesto que muy cerca vivía Oralia, una joven de la que Juan se había enamorado. Al pasar, el muchacho siempre regaba el pequeño jardín de la joven, con quien poco a poco fue construyendo una amistad muy especial.
Todo iba de lo mejor, hasta que un buen día, un extranjero llegó a Zacatecas. Era un francés, y a Juan no le sorprendió que de inmediato se fijara en Oralia.
La joven se sentía muy confundida; pues una parte de ella correspondía al francés, y se sentía halagada con sus atenciones. Por por otro lado, la idea de alejarse definitivamente de Juan le entristecía. Desesperada, Oralia fue a la iglesia del lugar para pedirle a los santos que le ayudaran a decidirse.
Al salir, aun confundida, la joven se dirigió a su pequeño jardín para sentarse a la sombra de un pequeño árbol que ella había regado y Juan solía regar. Al pensar de nuevo en la idea de separarse de alguno de ellos, la indecisión le hizo soltar algunas lágrimas.
En ese momento, el árbol dejo caer sobre ella gotas de agua, como si llorara. Sorprendía, Oralia miro las gotas, que se convirtieron después en un ramo de flores. La señal había sido clara: el agua solo podía representar a Juan.
Al día siguiente, el francés fue a buscarla con una triste noticia: debía volver a su país por una emergencia y no sabía si podría volver. Aliviada por su decisión, Oralia se dispuso a que llegase la tarde para poder ver a Juan.
Cuando llegó, el muchacho se encontraba mucho mas contento que en los últimos días, pues ya sabia que el francés había partido. Después de haberlo visto pasar las tardes con Oralia y haber creído que se casarían, Juan estaba decidido a declararle su amor antes de que otro llegara y la joven le correspondiera. Sin embargo, en cuanto llegó a la plaza, Oralia lo recibió con un abrazo; y después de un momento, ella lo besó. Se dice que poco después se casaron; y su historia se convirtió en la leyenda de amor mas famosa de Zacatecas.
Con el tiempo, comenzó a difundirse la creencia de que las parejas que se abrazaran o comprometieran bajo la sombra de aquél árbol; estarían juntos para siempre. Lamentablemente, debido a otros sucesos la leyenda fue cayendo en el olvido, hasta el punto en el que ese arbol fue cortado.
A pesa de ello, la leyenda permaneció; al igual que la plazuela y las demás historias que se cuentan sobre este y otros estados de nuestro país.