Con una vista increíble del volcán Popocatépetl, en el pueblo mágico de Atlixco, en Puebla, se respira un ambiente de tranquilidad. Este valle cuenta con un clima bastante agradable y con muchas atracciones para toda la familia y amigos. Puedes comer antojitos poblanos deliciosos y recorrer sus calles adornadas con flores de todos los colores y especies.
La belleza y calidez del pintoresco Atlixco se ve reflejada en el traje típico de las ‘chinas atlixquenses’ y el de los ‘charros de a pie’, muy conocidos por sus bailes durante uno de los eventos más importantes del pueblo: el festival Huey Atlixcáyotl. Esto de celebra el último domingo de septiembre de cada año, en honor a Quetzalcóatl. Es una fiesta tan llena de tradición y cultura que es considerada como patrimonio del estado de Puebla. Hay música, eventos culturales, comida riquísima y mucha danza, con bailes de otras partes de la región.
Los colores y el detalle hacen el vestido
Las ‘chinas atlixquenses’ usan una falda larga, sencilla. De algún color brillante y tableada en la parte de abajo en algunas zonas. La blusa es blanca, delicada, de mangas cortas bordadas a gancho, al igual que la parte del pecho. Una mascada de tela más delgada cubre sus hombros haciendo un triángulo que cae en la espalda, mientras que, por adelante, se deja abierta, cubriendo el pecho y fajada en la falda.
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El peinado es recogido y trenzado con un listón de colores. Como accesorio llevan aretes grandes y bonitos. Sobre la cabeza sostienen una canasta decorada con muchas flores y papel picado.
Estilo y tradición
Los ‘charros de a pie’ utilizan pantalones de lana rayados, con una camisola blanca, sin botones y bien fajada. Encima, va otra camisa amarrada de la parte de abajo para dejar ver la de adentro. Usan un paliacate, ya sea amarrado en el cuello o en la cabeza para limpiar el sudor. Y como buen charro, el sombrero no debe faltar, puede ser el llamado ‘copa de piloncillo o zapatista’, hecho con pelo de conejo, o bien, uno de palma.
Como accesorio portan una botella adornada también con papel picado y flores, además de un morral de ixtle.
Las chinas y los charros de a pie lucen sus trajes durante sus bailes con tal presencia, que a pesar de ser trajes que retomaron modas europeas, sin duda, destacan la nobleza y sencillez del corazón de cada habitante de Atlixco.