Por Juan Carlos Castellanos C.
La antropóloga Paola Stefani mostró su absoluta satisfacción por la recepción que el documental “Huicholes, los últimos guardianes del peyote”, estrenado en mayo de 2014, ha tenido a lo largo del circuito que realiza desde entonces y que tuvo una escala más en el FARO de Aragón de la Ciudad de México.
“La película está girando en México y el mundo. Hasta hoy suma alrededor de 300 mil espectadores y se ha presentado en salas de cine, centros culturales, universidades y está disponible sin costo en Internet”, señaló Stefani, productora de la cinta dirigida por Hernán Vílchez, fotografiada por José Andrés Solórzano y producida por ella y Vilchez.
Entrevistada por Notimex en el FARO Aragón, donde la víspera el público asistió para ver ahí una vez más el documental, señaló que “Huicholes, los últimos guardianes del peyote” ha generado una empatía de los públicos de diversas nacionalidades con pueblos indígenas de América, particularmente con el Wixárika Huichol de México”.
Explicó que ello ha sido posible a través de la palabra de los distintos miembros de la familia Ramírez, entre ellos Clemente Ramírez, la voz narradora y guía del documental cuyo mensaje se basa en la buena relación de los seres humanos con el medio ambiente. Así ha impactado a miles de espectadores en varios países, sin distingos de edad, sexo o posición socioeconómica.
En el caso de los Huicholes, el mensaje que lanzan al mundo es el de la urgente necesidad de cuidar el territorio sagrado, ese jardín maravilloso que está localizado en el desierto de San Luis Potosí, anotó la antropóloga, quien explora este tema desde que el pueblo al que hace referencia “tuvo la amenaza de más concesiones mineras en su territorio sagrado”.
Representantes del pueblo la contactaron para que les ayudara a pensar una estrategia de comunicación “para que el mundo se enterara de lo que estaba pasando en Wirikuta, su territorio más sagrado y la tierra donde crece peyote, la medicina ancestral que mantiene vivo el conocimiento de ese pueblo emblemático de México”, subrayó la entrevistada.
Con 20 años inmersa en el mundo de las comunicaciones, Paola Stefani entró en contacto con Hernán Vílchez, quienes acordaron hacer el documental. “Es un trabajo que nos llevó tres años y mucho esfuerzo. Es un documental independiente que a la fecha no ha tenido apoyos de ninguna clase; esta es una estrategia de trabajo colaborativo”, anotó.
En 2014 se estrenó y la pusieron en renta en Internet. Hasta hoy se ha exhibido en un sinnúmero de espacios, y ya está gratis en la red en México y toda América Latina, con la finalidad de que “se siga diseminando el mensaje del pueblo Wixárika, que es amoroso y desde su cosmogonía invita a todos a pensar cómo nos relacionamos con este planeta”.
En “Huicholes: Los últimos guardianes del peyote” no actúan actores profesionales. Son miembros de esa comunidad indígenas quienes a través de su pensamiento y tradiciones ancestrales, guían al espectador por el camino que lleva a la comunión ideal con el medio ambiente y los ecosistemas que habitan el Planeta Tierra, puso en relieve la entrevistada.
Producción entre Argentina y México, y la casa productora independiente Kabopro Films y Paola Stefani (productor asociado), el documental cuenta la historia de la comunidad hichol de Wixárika, de cómo ha sobrevivido a la adversidad y cruel discriminación de la sociedad moderna, y cómo ahora se levanta para defender su territorio que es sagrado.
“Huicholes: Los últimos guardianes del peyote” es la narración de la lucha emprendida por una de las últimas culturas prehispánicas vivas en Latinoamérica, pues corporaciones transnacionales mineras pretenden invadir, explorar y explotar una reserva natural de 140 mil hectáreas de desierto y sierra, en San Luis Potosí, rica en oro, plata y otros minerales.
Ahora, “las comunidades que se encontraban enemistadas se reúnen como familia para renovar la alianza con sus dioses y ancestros, y con ello regenerar el ciclo de las lluvias, cosechas, del día y de la noche, de la vida y de todo el planeta”, concluyó Paola Stefani minutos antes de iniciar la proyección del documental en el FARO Aragón.