¿Quién fue Gabriel Veyre, pionero del cine mexicano?

El 24 de julio de 1896, un emprendedor joven francés, de carácter alegre y soñador, llegó a la Ciudad de México. Entre su equipaje, guardaba el que sería uno de los tesoros más preciados del siglo que estaba por comenzar, pero él aún no lo sabía. Su nombre era Gabriel Veyre, y había sido encomendado a la tarea de promocionar el invento de los hermanos Auguste y Louis Lumière en nuestro país: el cinematógrafo había llegado a México y, con él, daba comienzo la brillante historia del cine mexicano.

La llegada del cine a México

Veyre era un experto en el cinematógrafo, cuya operación constituía una complejidad asombrosa. Acompañado de Fernand Von Bernard, quien era el encargado de arreglar los asuntos legales de los Lumière y su invención, se dirigió al Castillo de Chapultepec para presentar formalmente la máquina de origen francés ante el mismísimo presidente Porfirio Díaz. Así, el 6 de agosto de ese mismo año, se proyectaba la primera película en México, donde se exhibieron las famosísimas “Salida de la fábrica Lumière” y “Llegada del tren a la estación”. Unos días más tarde, se hicieron las primeras presentaciones públicas. El entusiasmo del público mexicano fue tan grande como el de Europa.

Los primeros pasos del cine mexicano

La misión de Gabriel Veyre no se limitó a la simple presentación del cinematógrafo y sus películas, pues también debía documentar su visita a México. Así pues, simultáneamente a las proyecciones públicas (que llegaron a ser diarias y a todas horas), Veyre se dedicó a filmar escenas cotidianas de nuestro país: a pesar de que la primera película producida en suelo mexicano fue protagonizada por el presidente Díaz en uno de sus paseos por Chapultepec, Gabriel Veyre también capturó el espíritu de la sociedad mexicana de finales del siglo XIX en una pelea de gallos, en un grupo de indígenas desayunando, y hasta en las fiestas patrias de 1896.

El verdadero rostro de México a través del cine

Actualmente se conocen 35 películas que Gabriel Veyre filmó en México, cuyo valor para la historia del cine mexicano es simplemente incalculable. No obstante, Veyre también retrató, quizá inconscientemente, a un pueblo lastimado que habría permanecido oculto a la sombra del régimen porfirista por muchos años, de no haber sido por el cinematógrafo Lumière. Sin saberlo, el aparato francés contenía las múltiples imágenes que configurarían la nueva identidad nacional, que iba a nacer con la Revolución que Veyre ya no alcanzaría a filmar, pero en la que de éste modo, indirecto o no, participó.

El 11 de enero de 1897, Gabriel Veyre abordó el ferrocarril de la Ciudad de México con rumbo a Veracruz, de donde viajaría a Cuba para no volver a nuestro país. El pionero del cine mexicano fallecería un lunes 13 de enero de 1936.