Con alrededor de un siglo de historia, la fuente de Don Quijote ha atravesado diversos cambios en el tiempo
Chapultepec es una zona de la ciudad que se enorgullece de enaltecer la cultura. Museos, sitios de lectura y trozos de historia abundan en cada lugar que se visita. Algunos perdidos, otros olvidados, muchos de los lugares que a veces pasamos sin apreciar fueron testigos de años de acontecimientos. La fuente de Don Quijote es uno de ellos.
Por supuesto, una fuente con tanta importancia cultural no podía prescindir de un sitio donde sentarse a contemplarla. Así pues, la pequeña plaza está rodeada por cuatro bancas, cuyo colorido es aportado por azulejos que forman momentos o escenas protagonizadas por Don Quijote.
La fuente de Don Quijote se encuentra en la primera sección del bosque; y aunque su fecha de construcción es incierta; sí es un hecho que para la década de los 20 ya era un sitio de reunión conocido. Muchos visitantes, sobre todo jóvenes, acudían a leer rodeados del relajante sonido del agua al correr.
En dos esquinas de la plaza se encontraban, respectivamente, dos columnas. Cada una de ellas tenìa huecos donde se dejaban libros para que los visitantes pudieran leerlos mientras durara su estancia en el lugar. En la punta; una figura de Don Quijote decoraba una de las columnas, y una de Sancho Panza la otra.
Lamentablemente, en la década de los 70, las estatuas elaboradas por Miguel Alessio Robles y provenientes de Sevilla, fueron robadas. La tarea de reemplazarlas se le encomendó a José María Fernández Urbina; quien se basó en Salvador Dalí para el rostro del Quijote, y en el de Diego Rivera para Sancho Panza. Esta modificación le añadía un toque muy peculiar a la plaza; pero las estatuas desaparecieron de nuevo en el 2015, y se reemplazaron en el 2016, siguiendo el diseño original de Robles.
Asimismo, iniciada la década de los 80 se decidió construir un enrejado que protegiera la plaza; en parte para colocar iluminación que ayudara a orientarse a los transeúntes nocturnos; y en parte para proteger las bancas, ya que los azulejos comenzaron a ser vandalizados.
La fuente misma también sufrió cambios con el tiempo. Al principio constaba simplemente de una pileta con un chorro de agua. Sin embargo, en algún punto se cambió por un grupo de sirenas, con chorros de agua hechos de piedra que se elevan sobre ellas. No se tiene conocimiento de la fecha o la razón exactas de este cambio.

En el año 2017; debido al sismo que sacudió la ciudad en el mes de septiembre, la fuente de Don Quijote sufrió daños, por lo que se decidió cerrarla. No se ha anunciado una fecha exacta de su reapertura; aunque al pasar es notorio que las estatuas ya no se encuentran en su sitio.
Como este, muchos sitios en la ciudad están llenos de historia; y aunque algunos ya no están abiertos, siempre permanecerán en el recuerdo de quienes los visitaron. ¿Recuerdas alguno?