Frida Kahlo un ícono del arte mexicano

La pintora Frida Kahlo, a quien se recuerda en el 110 aniversario de su natalicio que se cumple mañana, es una de las figuras más importantes y cotizadas de la plástica mexicana a nivel mundial, y su obra ha sido exhibida en diversos espacios dedicados al arte.

Nacida el 6 de julio de 1907 como Magdalena Carmen Frida Kahlo Calderón, fue la tercera de las cuatro hijas de Wilhelm Kahlo, de ascendencia húngaro-alemana y de Matilde Calderón, originaria de Oaxaca, de acuerdo con la biografía de la artista publicada en el sitio web del Museo Frida Kahlo.

Durante su infancia, Frida padeció de poliomielitis, pero ello no le impidió continuar con sus estudios y asistir a la Escuela Nacional Preparatoria.

Sin embargo, el 17 de septiembre de 1925 estuvo involucrada en un accidente de autobús que le fracturó varios huesos y le provocó lesiones en la espina dorsal, y de acuerdo con la Enciclopedia Británica, fue sometida a 35 operaciones.

Debido a ello, la joven Frida quedó postrada en una cama, por lo cual comenzó a pintar y a través de esta actividad se relacionó con la sociedad artística de la época, entre ellos, el artista Diego Rivera (1886-1957), con quien se casó en 1929, y tras el enlace vivieron en La Casa Azul, que sirvió como estudio para ambos.

Debido a diversas infidelidades del muralista, la pareja se divorció en 1939, pero la artista volvió a contraer matrimonio con él un año después. Ambos fueron miembros del partido comunista mexicano y fueron quienes acogieron al revolucionario ruso León Trotsky.

Entre las obras de Frida Kahlo, destacan: “Las dos Fridas” (1939), “Viva la vida” (1954), “Unos cuantos piquetitos” (1935), “Diego en mi pensamiento” (1943), “La columna rota” (1944), “El verano herido” (1946), y “Frida y Diego” 1931), según la biografía publicada en el portal web de Frida Kahlo Foundation.

Además de los tintes autobiográficos que la artista plasmó en sus obras, que le dio el reconocimiento internacional, es por su estilo que se acerca al expresionismo y al surrealismo, lo cual rechazó diciendo: “Creían que yo era surrealista, pero no lo era. Nunca pinté mis sueños. Pinté mi propia realidad”.

La Julien Levy Gallery, en Nueva York (1938), la Galerie Renou et Colle, en París (1939), la Galería de Arte Mexicano de Inés Amor, en la Ciudad de México (1940), fueron lugares donde la artista mexicana expuso su obra.

Así como en la Exhibición Internacional de Surrealismo, y en la Galería de Arte Contemporáneo de Lola Álvarez Bravo (1953), de acuerdo con información de la página web del Museo Frida Kahlo.

La pintora mexicana falleció el 13 de julio de 1954, cuando el Instituto Nacional de Bellas Artes le preparaba, como homenaje nacional, una muestra retrospectiva. De acuerdo con Frida Kahlo Foundation, la artista escribió en su diario unos días antes: “Espero alegre la salida y espero no volver jamás”.