Recorrer los viñedos, degustar vino de diferentes cavas, conocer a la gente que habita en Valle de Guadalupe son sin duda las actividades que debes hacer en este paraíso natural. Sin embargo hay un restaurante al que no puedes dejar de ir, se trata de Finca Altozano, un asador campestre.
Para empezar tienes que hacer reservación, ya que los fines de semana el lugar está a reventar de comensales. Una vez que logras entrar entenderás la razón por la cual la gente espera durante horas para poder degustar sus platillos.
Mi recomendación es que pidas, obviamente una copa de vino de la casa y una entrada. El pulpo pacífico a las brasas no tiene comparación, su sabor es tan espectacular que querrás conservar el plato hasta no dejar una sola gota de la salsa. ¡Imagina la combinación de la soya, cítricos, jengibre, cilantro y cacahuate tocando tu paladar! ¡El cielo en la tierra existe y está en este platillo!
Para continuar y seguir abriendo el apetito pide el tuétano, se tarda un poco en llegar a tu mesa pero es porque lo cocinan en un horno que le da la cocción perfecta. Y si son varios pueden optar por los tacos de lengua de res en salsa verde para compartir.
La opción que veo más viable para que puedas probar de todo un poco es que compartas con alguien tus platillos.
Para plato fuerte no hay nada mejor que la costilla de res al horno… se cocina a la leña y es bañada en una salsa de mole negro que le da el toque perfecto. La carne se deshará en tu boca a cada mordida, lo acompañan de un elote asado a las brazas y verdura.
¡Pero espera, tienes que reservar un hueco para el postre! Aquí mi recomendación es que pidas un panqué de elote con helado de avena. Y por supuesto un café americano para reposar la comida.
La Finca Altozano se encuentra en un lugar privilegiado en Valle de Guadalupe con una vista espectacular, súbete a las enormes barricas y tómate una foto.