En Teotihuacán, entre las imponentes Pirámides del Sol y de la Luna, al oeste de la Calzada de los Muertos, se ubica la Plaza de las Columnas. En este lugar, arqueólogos encontraron evidencia que podría confirmar que, a pesar de estar separadas geográficamente por mil 300 kilómetros, entre los mayas y teotihuacanos existía una alianza. Además se descubrió que la élite maya vivió permanentemente en este recinto.
La Plaza de las Columnas era un lugar de organización muy importante para estas civilizaciones. Aquí probablemente se ocuparon de las actividades administrativas y ceremoniales. También se cree que era la residencia de las élites tanto teotihuacana como maya; dos culturas que dominaban en el período clásico en Mesoamérica hace mil 700 años.
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Estudios previos
Durante algunas investigaciones previas, ya se habían encontrado 500 fragmentos de un mural con elementos mayas. Con esto pudo confirmarse que los mayas no sólo visitaban el lugar ocasionalmente, sino que ahí vivían. También hallaron restos de humanos sacrificados con pendientes de piedra verde (muy representativa de los mayas). Además encontraron piezas de cerámica con personajes mayas, pero con el símbolo de los teotihuacanos.
Las excavaciones continúan y también los hallazgos. Un depósito con miles de restos de huesos humanos, una zona de ofrenda de consagración y demás investigaciones afirman cada vez más que la cultura maya y teotihuacana coordinaban e intervenían en los ámbitos políticos y que sostenían un vínculo.
Un proyecto mutinacional
El proyecto Plaza de las Columnas está a cargo de los doctores Saburo Sugiyama, Verónica Ortega Cabrera, Nawa Sugiyama y William Fash. Comenzó hace 4 años para conocer un poco más acerca de este lugar tan grande e importante para Teotihuacán. Surgió como iniciativa del Instituto Nacional de Antropología (INAH) y las Universidades Estatales de Arizona, George Mason, Harvard y la Universidad de Prefectura de Aichi de Japón. Esto con el propósito de conocer más sobre cómo se formó y transformó la Ciudad de los dioses y cómo era su relación con otras etnias, como la cultura maya.
Dudas despejadas, nuevas incógnitas y nuevas pistas. Estas investigaciones también son evidencia de la extensa riqueza histórica y cultural de nuestro país.