Un paraíso más.
Vaya que toda la República mexicana nos sorprende con sus bellezas naturales.
Sin embargo, existen sitios que resaltan más por sus magníficas vistas y desconocida procedencia.
Tal es el caso del pozo del gavilán, ubicado en el desierto de Nuevo León.
Porque seguros estamos de que, al mencionar la palabra “desierto” lo relacionas con la escasez de agua.
Y sí creías que solo en el sur de México había cenotes, pues estás apunto de descubrir que no.
En el municipio de Galeana, Nuevo León, específicamente en el Ejido La Laguna, se encuentra este mágico y misterioso pozo, rodeado de matorrales en medio del desierto.
Dicha maravilla tiene una abertura de 67 m de diámetro y 82 m de profundidad.
Y es que, desde arriba, se puede observar el color azul turquesa de su estanque.
Para conocerlo, deberás descender por rappel hasta llegar a una poza de color azul turquesa, donde realizarás un recorrido en kayak para explorar el interior de la cueva.
Para poder regresar a la superficie, subirás utilizando técnicas de ascenso por cuerdas especiales.
El trayecto te tomara entre 40 minutos y una hora aproximadamente.
Además este lugar conserva una fauna única debido a sus condiciones.
Sobre el origen de dicho pozo existen diversas teorías, sin embargo, la más popular parte del misticismo.
Viéndolo del lado más científico, se dice que las aguas de este lugar están conectadas con la laguna de labradores, que se ubica a pocos kilómetros del cenote.
Así es que si eres de los amantes de las aventuras en montañas y cañones, ésta es una extraordinaria idea.
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