Adaptándose al relieve de la zona, el Nido de Quetzalcóatl es reconocido como una obra maestra de la arquitectura
La historia de Quetzalcóatl no es desconocida para prácticamente ningún mexicano. La legendaria serpiente emplumada es uno de los símbolos más representativos de la época prehispánica; y de cómo gran parte de sus costumbres e ideología sobrevivieron para ser conocidos hasta la actualidad. Uno de los mejores ejemplos de esto es el Nido de Quetzalcóatl; pues aunque se creó a finales de los 90, la inspiración en la era precolombina es clara.
Diseñada por el renombrado arquitecto Javier Senosiain; el nido cuenta con diez viviendas que se adaptan perfectamente a las subidas, bajadas y los giros del terreno. Lo destacable de esto es que todas ellas se encuentran dentro de un túnel, que simboliza al mismísimo Quetzalcóatl.
Cada vivienda cuenta con varias habitaciones; además de un cuarto de lavado, una cocina y un jardín. Airbnb ofrece la posibilidad de alojarse en alguna de ellas; pero debes permanecer al menos dos noches en el lugar.
En las cercanías de la serpiente se encuentra el Parque Quetzalcóatl; que cuenta con decoraciones hechas de vitrales y algunos otros túneles. Todo esto está inspirado también en las culturas prehispánicas y el dios serpiente.
Además del Nido de Quetzalcóatl, Javier Senosiain es conocido por obras como la Casa Orgánica, la Ballena Mexicana y la Casa Flor. Su trabajo es uno de los más grandes referentes de la Arquitectura orgánica en México y el mundo.
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Foto de portada: Arch daily