Para los mayas; el chechem y la ceiba eran árboles de gran poder, y cada uno poseía un significado
La naturaleza era de gran importancia para los mayas; pues se encontraban rodeados de ella. Los animales, las flores, las frutas y hasta los árboles contaban historias sobre sí mismos. Una de las más antiguas es la del chechem y la ceiba.
Es conocido que para este pueblo, la ceiba era el árbol sagrado. Las bodas se realizaban bajo su sombra, así como los juramentos. Las abejas los prefieren para habitar bajo sus ramas; y los pájaros anidan también en ellas, llenándolo de vida. Sus hojas, según la tradición; forman un techo que protege al pueblo de todo lo malo. Además, se dice que al morir, todos los mayas descansarán por siempre bajo su sombra, y de esta manera, descansarán a salvo.
En cambio, el chechem es menos conocido. Cuenta la leyenda que incluso los pájaros del mayab conocen sus intenciones; y ninguno de ellos busca hogar en sus ramas. Todos los animales huyen de su sombra, pues se dice que es mortal. Existen historias sobre personas que se han dormido bajo un chechén, sin saber del peligro, y jamás despertaron. Incluso el agua que se encuentra cerca de estos árboles resulta venenosa.
Existe otra leyenda sobre la razón de que el chechem sea tan peligroso. Según ella, en donde quiera que se halle uno, habrá otro árbol, un chacá, cerca. ¿La conoces?
Si te gustó la historia del chechem y la ceiba, te recomendamos leer la leyenda del árbol del amor, que si bien no pertenece a la época prehispánica; es una de las más conocidas de México.