El asesinato de Samir Flores no puede quedar impune. #Opinión

Samir Flores era un activista de Amilcingo Morelos. Comunicador comunitario del municipio de Temoa. También integrante del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua de Morelos, Puebla y Tlaxcala. Fue asesinado en la puerta de su casa el pasado 20 de febrero.

El líder comunal se había declarado abiertamente en contra del Proyecto Integral de Morelos, en el cual, se plantea la construcción de un gasoducto, un acueducto y dos termoeléctricas. Todas estas infraestructuras estarán a cargo de empresas transnacionales.

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Las comunidades indígenas se han opuesto a este Plan Integral por el gran impacto medioambiental que comporta. Y los problemas de salud que podrían acarrear para los habitantes de las comunidades próximas.

¿Caso aislado?

Sin embargo, el asesinato de Samir Flores no es un caso aislado. En lo que va del gobierno de López Obrador se ha puesto de manifiesto que los protocolos de protección a personas defensoras de los derechos humanos y periodistas. Que han denunciado amenazas por realizar sus actividades no están funcionando.

Pues hasta el momento se han reportado 14 asesinatos. De estas víctimas algunas estaban integradas en el Mecanismo Federal de Protección a Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas. Lo cual, genera muchas dudas sobre los medios que se están utilizando para proteger a las personas que están en riesgo. Pues deja entre ver que los mecanismos no son eficaces.

La oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) pidió que se investiguen a fondo las causas del asesinato de Samir Flores y que se esclarezca. Pues de lo contrario se estaría mandando un mensaje muy negativo, no solamente a los activistas y defensores de los derechos humanos. Quienes no pueden realizar con tranquilidad su labor. Sino también para los perpetradores, que pueden ver este caso como uno con acciones que quedan impunes y puede propiciar que se sigan produciendo ataques y asesinatos.

El representante de la ONU-DH Jan Jarab dejó un mensaje de preocupación sobre la situación de los activistas de los derechos humanos: “Es necesario determinar qué factores contribuyen a generar más riesgo para defensoras, defensores y periodistas. Uno de los factores de riesgo para las personas defensoras indígenas que hemos constatado en varios puntos del país, es el desarrollo de proyectos sin respetar el derecho a las comunidades indígenas”.

Seguimos en la lucha

Hay mucho trabajo por hacer, se deben de establecer los protocolos necesarios para proteger a las personas que estén en riesgo, hacer las investigaciones pertinentes y esclarecer los hechos. No se puede soslayar que en la construcción de estos megaproyectos hay muchos intereses en juego. Pero eso no debe ser un factor de peso que evite que se llegue al fondo de los acontecimientos y se deba castigar a los culpables.

Los activistas, defensores de los derechos humanos, defensores de la tierra y el agua, líderes indígenas y periodistas deben poder realizar sus actividades con tranquilidad: protestar, defender sus derechos y denunciar las injusticias sin que su vida corra peligro. Que ningún caso más quede impune.

Foto principal: Regeneración Radio