También conocido como sabino; el ahuehuete fue elegido como el árbol nacional de México en julio de 1921
Como parte de los preparativos para celebrar el aniversario de la Consumación de la Independencia; en el mes de julio de 1921 el ahuehuete fue elegido como el árbol nacional de nuestro país.
Este hecho sucedió gracias a la iniciativa de la Escuela Nacional Forestal. Poco después, la sugerencia llegó al periódico; en donde a las personas se les dio la oportunidad de votar por su favorito. A inicios del mes de julio, finalmente, el ahuehuete fue elegido como el ganador; por encima de la ceiba.
También conocido como sabino, el ahuehuete ha sido de gran importancia para la historia de nuestro país. Aunque también es posible hallarlo en Guatemala y otros países del continente; en México se da con mayor facilidad; además de que existen muchos más ejemplares en esta región.
Desde El Sargento que, se dice, fue plantado por el propio Nezahualcóyotl en la época prehispánica; hasta el árbol del Tule, muchos han sido los ahuehuetes protagonistas de eventos importantes. El árbol de la Noche Triste y el Sabino gordo de Coahuila son también de los más famosos y queridos ahuehuetes de nuestro país.
El ahuehuete o viejo del agua
El nombre de este árbol proviene del náhuatl; donde ahuehuetl significa viejo del agua. Este nombre es particularmente acertado; puesto que generalmente se encuentran cerca de lagos, ríos o cuerpos de agua. También son llamados cipreses mexicanos o sabinos; y por lo general viven entre varias décadas y siglos de edad.
Aunque no es muy común ver muebles de ahuehuete; se llega a utilizar su tronco para elaborar canoas y vigas. Según información de la Comisión Nacional Forestal, la madera de sabino es ideal para esto; pues es resistente a la humedad a la vez que suave y ligera. Sin embargo, su valor es mucho mayor en lo que se refiere al ámbito turístico; pues expertos y viajeros de todas partes del mundo vienen a México a conocer tan longevos árboles.
Por supuesto, con tantos años formando parte de nuestra cultura no es sorpresa que el ahuehuete llegara a nuestras historias. Por ello, te invitamos a leer la leyenda de la princesa purépecha que le dio vida al Lago Camécuaro, rodeado de ahuehuetes.