La pintura rupestre es la expresión artística y cultural tangible más antigua de la humanidad. En México, tenemos la fortuna de contar con una de las mayores riquezas en cuanto a arte rupestre en el mundo, ya que, según el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en nuestro país existen más de 3,700 sitios con alguna de estas antiguas manifestaciones con las que nuestros antepasados inmortalizaron su particular visión del mundo y del universo, sus actividades económicas, su vida diaria, y hasta sus miedos y preocupaciones ¿Quieres saber en qué lugares de México puedes encontrar pinturas rupestres?
Sierra de San Francisco, Baja California Sur
La península de Baja California es una de las regiones más ricas en cuanto a sitios prehistóricos en nuestro país, ya que contienen algunos de los más antiguos y numerosos vestigios de las primitivas culturas que habitaron lo que hoy es México; tan sólo en la Sierra de San Francisco, al centro-sur del estado de Baja California Sur, existen cerca de 1,150 abrigos rocosos con pinturas rupestres, entre los que destacan la Cueva de San Borjita, cuya edad se ha calculado en hasta 7,500 años, lo que convierte a sus gigantescas 90 pinturas rupestres en las más antiguas de América, título que hasta 2006 ostentaba la Cueva del Ratón, también en Baja California Sur, cuya edad asciende a 4,900 años.
Dato curioso: la Sierra de San Francisco, Baja California Sur, está entre los cinco conjuntos de arte prehistórico más importantes del mundo debido a la enorme cantidad de sitios de pinturas rupestres que contiene, así como a su excepcional estado de conservación. Fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1993.
Sierra de San Carlos, Tamaulipas
En 2006 se hizo uno de los mayores descubrimientos arqueológicos del siglo: 4,926 pinturas rupestres, en excelente estado de conservación, se hallaban distribuidas en 11 cuevas y cañadas a lo largo de la Sierra de San Carlos en Burgos, Tamaulipas. Se cree que fueron realizadas por distintos grupos nómadas que venían escapando del dominio español alrededor del siglo XVIII, pero hasta ahora no ha sido posible determinar su edad; sin embargo, su importancia radica en que son un vestigio de una antigua cultura prehispánica que habitó un sitio hasta entonces considerado inhóspito. Las múltiples escenas de caza, actividades agrícolas y religiosas, han convertido a la Sierra de San Carlos en uno de los principales destinos para estudiosos de todo el mundo.
Cueva del Oso, Chihuahua
En 2011, a 70 kilómetros de la capital chihuahuense, fue hallado un circuito de cinco conjuntos de pinturas rupestres al interior de la Cueva del Oso que, se presume, fueron realizadas por indígenas conchos hace más de 700 años. Ésta cifra podría aumentar o disminuir en los próximos años de acuerdo con los estudios que a la fecha se siguen realizando en el sitio, donde uno de los parámetros de datación empleados ha sido el “estilo de trazos sencillos” presente en las pinturas rupestres de la Cueva del Oso, propio de los conchos que habitaron la zona central del estado de Chihuahua entre los siglos XIV y XIX, fecha en la que éste y muchos otros pueblos finalmente cedieron a la incursión militar española en el norte de nuestro país.
Cañada de Cisneros, Estado de México
Situada en la ribera del río Salitrera, al norte del Estado de México y a 50 kilómetros de la Ciudad de México, se ubica la Cañada de Cisneros, una ladera rocosa en una de cuyas paredes se halla un sitio conocido popularmente como “Las manitas”, ya que la gran mayoría de las pinturas rupestres que aquí se encuentran son negativos de manos, es decir, el contorno de al menos una veintena de ellas. Según estudios recientes, las obras pudieron haber sido realizadas con motivos rituales por niños, jóvenes y adultos en una etapa previa a la fundación de Teotihuacan, es decir, hace aproximadamente 2,400 años.
El tesoro rupestre del norte de México
Gracias a las condiciones climáticas del norte de nuestro país, es aquí donde se encuentra el arte rupestre en mejor estado de conservación; tan sólo en esta región, se concentra alrededor del 70% de los sitios de arte rupestre a nivel nacional. Baja California Sur y Tamaulipas son los estados con mayor concentración de pinturas rupestres de nuestro país; sin embargo, también se pueden encontrar manifestaciones de este tipo dispersas en el estado de Zacatecas, donde se tiene conocimiento de al menos 50 sitios en Villa García, Fresnillo, Sombrerete y Mazapil. Asimismo, en el estado de Sonora existen más de 200 sitios de arte rupestre como el de Caborca, a 170 kilómetros de Nogales, donde se puede apreciar un mural de 10m2.
Coahuila tampoco se queda atrás, pues los sitios de El Gavillero y El Mogote poseen petroglifos que datan del siglo XVI, probablemente realizados por indígenas de la región que intentaron representar el paso de los misioneros cristianos por esta zona. Durango posee una gran variedad de sitios artísticos rupestres, de los cuales se tiene un registro de 126 hasta la fecha, casi todos asociados al pueblo chalchihuiteño que habría habitado Durango y Zacatecas entre los siglos VII y XIV. Por último, en el estado de Nuevo León se encuentra la Cañada el Marrón, inmersa en la sierra del mismo nombre, a 68 kilómetros de Monterrey y al borde del desierto, donde se pueden apreciar múltiples representaciones de animales y cazadores de un intenso color rojo, del cual pudo tomar su nombre este sitio.