Más México

Mas México

Don Miguel, el mexicano que hizo una réplica de la Capilla Sixtina

Spread the love

Nunca, lo que había estado tan lejos, lo habíamos tenido tan cerca. Por ahí del año 1500, una de las obras de arte más maravillosas del mundo vio la luz a través de las paredes y techos de la Capilla Sixtina. Nos referimos a los soberbios frescos que Miguel Ángel realizó para decorar este templo por órdenes del papa Julio II. En el que el dominio técnico, la complejidad iconográfica y artística permanecen intactos en un templo que, hasta hoy, es de los más sagrados del mundo.

Sin embargo, un legado como este no podía quedarse sólo para unos pocos. Por eso, el artista mexicano Miguel Macías, a sus más de 70 años, decidió crear una réplica de la famosa Capilla Sixtina. Esto sería posible en una iglesia ubicada al norte de la capital, conocida como la Parroquia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro.

Miguel 4

Chécate esto: ‘Josefina López: la gastronomía como una forma de crear comunidad’

¿Pero, quién es Miguel?

Miguel Macías es uno de esos artistas genuinos que desde pequeño supo que lo suyo era pintar. Aunque estudió una profesión distinta, no estuvo alejada del quehacer artístico. Su ímpetu siempre lo llevó a comprar libros de grandes artistas y realizar copias de las obras más difíciles para perfeccionar su línea.

“Realmente me considero una persona común, no tengo descendencia de artistas ni nada parecido. Si bien yo estudié diseño gráfico, recuerdo que, cuando era pequeño, un amigo me regaló un juego de pinceles y pinturas al óleo. Fue ahí cuando me llegó la inspiración y supe que lo mío era pintar”.

Su encuentro con la Capilla Sixtina

Pero el destino lo llevó a contemplar en persona esta magna obra. En 1999, cuando terminó su carrera como arquitecto, se embarcó en un viaje a Europa con su amigo de la infancia.

Allí, vivió una de las experiencias artísticas más sorprendentes al admirar el trabajo que Miguel Ángel había realizado dentro de la Capilla Sixtina.

Miguel 3

A su regreso, y después de jubilarse, decidió que haría una réplica en la ciudad, pues creía que era injusto que tan sólo unos pocos tuvieran acceso a uno de las obras más extraordinarias del mundo.

Así, siendo un artista autodidacta empezó con los cálculos, medidas y colores para dar inicio a este gran proyecto.

“Soy un seguidor de Dios y del arte. Admiro los retos, y agradezco la salud que tengo para seguir pintando”.

Los retos que implicó

El primer reto que tuvo a lo largo de su proyecto fue el cálculo de las medias. Trazar y calcular resultó una labor difícil pues tenían que ser exactamente como las de la Capilla Sixtina.

Al avanzar, también resultó difícil conseguir los colores. Esto se debe a que, en la época de Miguel Ángel, la mayoría de los pigmentos eran hechos a base de piedras y productos naturales que hoy ya no existen. Sin embargo, con ayuda del acrílico y la tela, Miguel logró lo imposible. Así creó una réplica exacta en colores, medidas y temas.

Miguel 2

Vida que se vuelve arte

Miguel sufrió varias caídas de los andamios, pero jamás se lastimó. El proyecto le llevó 18 años de su vida. Es decir, fueron casi dos décadas que se traducen en 500 metros cuadrados de estructura pura.

Su trabajo le cambió la vida al sumirlo en un mundo de colores y pinturas. Pero también se llenó de orgullo al lograr lo que nadie ha podido.

“Perdí amistades, la pintura es muy absorbente. Trabajaba hasta ocho horas diarias en la capilla y, a veces, hasta me malpasaba con las comidas. Pero, para hacer todo más fácil, yo mismo diseñé mis propios andamios, tuve muchos ayudantes; pero como no había dinero puse su nombre en cada figura que hicieron. Reconociendo de alguna manera su tiempo y trabajo como artistas”.

Miguel 1

Una obra que no se puede expresar con palabras.

Cuando terminó la réplica, todos los vecinos aplaudieron su esfuerzo. Algunos no entendían muy bien de que se trataba, pero al admirar su trabajo, como buenos mexicanos ¡hasta hicieron fiesta!

Por eso y más, Miguel es de esos mexicanos chingones que nos demuestran que la clave está en no rendirse nunca. Gracias a él, hoy podemos estar cerca de lo que siempre había estado tan lejos.

La Parroquia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro está en: Aviación #74, colonia Moctezuma, primera sección, Venustiano Carranza.

Fotos: Alberto Balderas y Grace Sánchez