Su historia bien podría ser una película: hijo de un inmigrante libanés, Carlos Slim nació en México en el año de 1940, comenzó a ganar sus primeras monedas a los diez años, cuando compraba y revendía dulces entre sus tíos y primos.
Desde muy pequeño Slim siempre tuvo clara una idea: “Si mi padre, en plena Revolución, con el país sacudido, sin todavía tener familia, siendo extranjero y sin el arraigo que te da el tiempo, confió en México y en su futuro, cómo no iba a hacerlo yo”.
Para 1984 Slim formó su primer gran negocio: Seguros de México (actualmente Seguros Inbursa). Poco más tarde en 1990 ganó la licitación de Telmex y prosiguió con el crecimiento de sus inversiones. En 1997 adquirió acciones de Apple, justo antes del lanzamiento de iMac, con lo que logró multiplicar su fortuna.
Hoy en día Slim es uno de esos empresarios que se ha introducido en el mundo de los medios de comunicación, pues desde el 2008 posee el 6,4% de las acciones del diario estadounidense The New York Times. Y así, un sin fin de inversiones que lo han colocado en las primeras posiciones de las listas de los empresarios más exitosos del mundo.
¿Cuál es el secreto de su éxito?
- Gestión detallada y pragmatismo: Cuando Carlos Slim llega a un país pregunta cuánto cuesta una taza de café, cuánto cuesta la gasolina y cuánto cuesta un paquete de cigarrillos para darse una idea de la situación del país. Obsesión que es transmitida a todos sus empleados.
- Contar cada peso/dólar: Ningún peso o dólar se desperdicia, todo se ahorra por eso uno de los diez principios que se les da a los empleados cuando llegan a la grupo es “mantener la austeridad en tiempos de vacas gordas” y otro es “incrementar la productividad, competitividad, reducir costos y gastos”.
- Manejo de los recursos humanos: Una gran parte de los ingresos de sus trabajadores son variables que provienen de la productividad de los mismos. Esto les hace luchar frenéticamente por conseguir sus objetivos.
- A sueldos medios grandes retos: Al personal medio de la empresa se les da la responsabilidad de asumir grandes retos en el grupo empresarial y tienen contacto directo con los directivos de la empresa, visibilidad que los incentiva a seguir adelante.
- Largas jornadas de trabajo: En otras empresas el modelo de trabajo se cimenta en un horario flexible, en las empresas del grupo Slim no es así. Si se quiere ascender se debe de trabajar más allá de lo normal. Y los trabajadores se sienten felices de permanecer en sus oficinas…
¡Recuerda que el camino apenas comienza!
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