Champiñones que sí son comestibles

De la tierra hasta tu mesa

Vaya que la naturaleza es sabia.

Nos regala infinidad de insumos para que podamos vivir de ella como seres humanos.

Tal es el caso de los deliciosos champiñones que, seguramente ha disfrutado en preparaciones majestuosas.

También conocidos como hongos, es común encontrarlos en recetas como crema de champiñones, quesadillas de hongos o simplemente asados con un toque de mantequilla.

Incluso, hay personas que disfrutan de ellos completamente crudos.

Según la leyenda, los antiguos aztecas, los hongos brotaban de la tierra por las noches, gracias a deidades prehispánicas.

Hoy en día, siguen formando parte de nuestra dieta y con muchos beneficios a la salud.

Sin embargo, en México, existen varios tipos de champiñones comestibles, cada uno con sus propias características y sabores distintivos.

Champiñón Común (Agaricus bisporus): Es el champiñón blanco típico que se encuentra en la mayoría de los supermercados. Tiene un sabor suave y es versátil en la cocina.

Seta (Pleurotus spp.): Las setas, también conocidas como hongos ostra, son populares por su textura carnosa y sabor más pronunciado. Vienen en variedades como seta blanca, seta amarilla y seta de cardo.

Shiitake (Lentinula edodes): Originario de Asia, el shiitake tiene un sabor umami distintivo y una textura firme. Se utiliza comúnmente en la cocina oriental.

Portobello (Agaricus bisporus): Es una variedad madura del champiñón común y tiene un sabor más intenso y carnoso. A menudo se usa a la parrilla o relleno.

Champiñón Silvestre (Cantharellus cibarius): Conocido como “criollo” en México, es recolectado en bosques y tiene un sabor más robusto. Puede ser consumido fresco o secado.

Champiñón Negro (Auricularia auricula-judae): También llamado “oreja de judas”, se utiliza en la cocina asiática. Tiene una textura gelatinosa y se agrega a sopas y guisos.

Estos champiñones se pueden preparar de diversas maneras, como salteados, asados, en guisos, ensaladas o como rellenos.

Su versatilidad permite incorporarlos en una amplia variedad de platos, aportando sabores únicos a la gastronomía mexicana.

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