El otoño llegó y con él llegan espectáculos de la naturaleza que sólo pueden apreciarse una vez al año. Uno de los mejores lugares para disfrutar de estas maravillas durante la temporada es, sin duda alguna, el bosque de maple ubicado en Talpa de Allende en el estado de Jalisco.
Espectáculo de colores
Este bosque se caracteriza por los árboles de arce que lo conforman. Sus árboles son ícono mundial del país de Canadá, ya que es de donde se extrae su famosa miel maple y por esta razón es un lugar extraño en México. La magia de este lugar es que durante la estación de otoño, las hojas de los árboles se tornan rojizas, naranjas y amarillas, además de la combinación perfecta que hacen con las magnolias blancas y moradas que se encuentran en el lugar.
Herencia prehistórica
El origen de este bosque se dio en el periodo geológico del Mioceno, hace poco más de 23 millones de años. Periodo caracterizado por las bajas temperaturas, causó que muchas especias vegetales pertenecientes al norte del continente, se trasladaran hacia el sur, llegando hasta lo que hoy es México.
Área natural protegida
En 2016, la SEMADET anunció que el Parque Estatal Bosque de Arce sería Área Natural Protegida para preservar las especies que fueron encontradas 12 años antes en aquella sierra. Sin embargo, hoy en día se encuentran en peligro y hay que seguir trabajando por su cuidado.
Tres estados más
Además del bosque de arce de Talpa de Allende, la sierra de Manantlán cuenta con otro asentamiento de la misma especie y fuera de Jalisco, sólo se conocen otros tres sitios en México donde se les puede encontrar estos árboles: Tamaulipas, Guerrero y Chiapas.
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