Por Javier A. Martín. Enviado
Ecosistemas que abarcan verdes bosques y selvas, matorrales y cactáceas, confieren al estado un amplio abanico de posibilidades para los visitantes, que disfrutan de ríos, cabañas, balnearios con albercas de olas y otra infraestructura, informó el secretario de Turismo de Hidalgo, Javier Baños.
El funcionario estatal refirió que es igual si se viaja solo, en pareja, con la familia o en grupo de amigos, pues las opciones son múltiples, para el deleite de los sentidos, que empiezan por el paladar, con su gastronomía tan diversa como lo es su geografía.
Baños indicó que la lista de los lugares emblemáticos en Hidalgo abarca una gran cantidad de atractivos naturales, además de museos y monumentos históricos; platillos y los lugares en los que se disfruta su gastronomía
En entrevista, manifestó que el estado recibe al turismo gastronómico, que llega a la entidad únicamente para deleitarse con los distintos platillos que aquí se sirven, como la tradicional barbacoa envuelta en pencas de maguey y cocinada a fuego lento en hornos de tierra.
Explicó que hay otras variedades de este platillo en la entidad, como las que se elaboran con pollo, en Tula, y el pescado, en Tezontepec de Aldama. Y en Tepatepec, municipio de Francisco I Madero, es posible degustar gorditas de pata y de panza.
Otro platillo tradicional es el Ximbó, que en otomí significa “corazón de maguey”, debido a que se trata de un pollo sazonado en guajillo y relleno de cueritos y nopales, que se envuelve con las pencas tiernas de un maguey para ser cocinado en horno de tierra.
También es recomendable probar los típicos pastes de papa, chorizo, queso, jamón, champiñones, pollo y mole, o los pastes dulces de queso con zarzamora, arroz con leche y de piña o manzana con canela.
Esta delicia se ofrece en los municipios de Real del Monte, Mineral del Chico, Omitlán y Huasca de Ocampo, en donde también se disfrutan sus imponentes paisajes, expuso.
Otro propósito de quienes visitan Hidalgo es la convivencia con la naturaleza, al practicar senderismo, rapel, acampar en zonas boscosas, andar en bici por la montaña o aventurarse en una tirolesa, para lo cual, Mineral del Chico, Omitlán y Huasca, con su valles y montañas, son las opciones ideales.
Uno de los sitios más emblemáticos, por su belleza es conocido como Prismas Basálticos, ubicado en el municipio de Huasca de Ocampo, a tan sólo 30 minutos de Pachuca.
Este lugar, con formaciones rocosas geométricas bañadas por cascadas, es considerado una de las 13 maravillas de México. Aquí, además de contemplar su belleza natural, es posible montar a caballo, practicar senderismo, acampar, o realizar paseos en lancha.
El titular de Turismo recomendó conocer la vía ferrata de Mineral del Chico, ubicada a 15 minutos de la cabecera municipal, lugar con las mejores vistas panorámicas.
Explicó que para disfrutar de las comodidades de la ciudad y conocer monumentos históricos, una buena opción es adentrarse en el Valle del Mezquital, para recorrer la monumental arquitectura de los conventos agustinos de la zona, con mucha historia.
Asimismo, con grandes extensiones de murales y una arquitectura colosal, que abarca estilos como el gótico y el neoclásico, en los conventos de Ixmiquilpan y Actopan es posible hacer visitas guiadas y aprender de la historia de la Conquista y la Colonia en México.
Para los niños y adolescentes, la entidad también ofrece, en el Valle del Mezquital, el corredor de balnearios en el municipio de Ixmiquilpan, ubicado a 50 minutos de Pachuca, para los que disfrutan de la natación.
Algunos son las grutas de Tolantongo, el Tephé, Tlaco, Te-phaté, Dios Padre, Maguey Blanco, Valle Paraíso, Renacimiento y Pueblo Nuevo, que cuentan con albercas alimentadas por cálidas aguas nacidas de manantiales de origen volcánico.
Los balnearios ofrecen comida típica y cuentan con cabañas, palapas, estacionamiento gratuito, áreas para acampar, tiendas de regalos, servicios médicos y seguridad las 24 horas.
Además, de acuerdo con el secretario de Turismo estatal, “Hidalgo cuenta con la planta de parques acuáticos más grande de la República Mexicana, de los cuales cerca del 85 por ciento tiene aguas termales, que son relajantes y curativas”.
El funcionario manifestó que otra área para el turismo es conocer antiguas haciendas y admirar su arquitectura, en un viaje por el Corredor de Haciendas, que va de Apan a Zempoala, y pasa por Tepeapulco y Epazoyucan.
Son 176 cascos construidos entre el siglo XVI y el XIX, en los que es posible recorrer esos espacios rústicos que reflejan la importancia de las actividades económicas que ahí se desarrollaban.
Una de ellas es la hacienda del primer Conde de San Miguel Regla, que mandó construir Pedro Romero de Terreros, quien fue en el siglo XVIII el hombre más rico de América, debido a la explotación que hiciera de metales preciosos en Hidalgo.
Ubicada en el municipio de Huasca de Ocampo, a 31 kilómetros de Pachuca, actualmente está convertida en un hotel, donde además se pueden visitar los arcos que formaban parte de los patios y los hornos de donde era extraída la plata.
Además, Javier Baños sugirió visitar la hacienda de Casa Grande, o hacienda de San Juan Pueblilla, en Zempoala, entre otras, y afirmó que los interesados pueden encontrar teléfonos de contacto en la página Web de la Secretaría de Turismo estatal.
Para quienes deseen visitar antiguos asentamientos prehispánicos, Hidalgo ofrece dos importantes sitios. A sólo 50 minutos de la Ciudad de México se encuentra la zona arqueológica de Tula de Allende, considerada la ciudad de Quetzalcóatl.
Esta capital del señorío Tolteca se compone de una gran plaza rodeada de monumentos, entre los que destacan los famosos Atlantes de Tula, además de que en el centro del municipio se puede visitar un museo antropológico.
En Xihuingo, en el municipio de Tepeapulco, se puede conocer la pirámide del Tecolote, que es el vestigio arqueológico más antiguo de Hidalgo. Este asentamiento prehispánico es considerado el origen de la cultura teotihuacana.
En Pachuca hay mucho qué ver, como la recién remodelada explanada, donde se ubica el Reloj Monumental, que con sus 40 metros de altura despliega con elegancia diversos estilos arquitectónicos.
A tan sólo unas cuadras de este Reloj se ubica el Templo y Ex Convento de San Francisco, que constituye uno de los monumentos históricos de mayor relevancia en la ciudad, debido a su belleza arquitectónica, y que además alberga dos museos: el Nacional de Fotografía y el Cuartel del Arte, los cuales mantienen exposiciones abiertas al público en general.
En esta misma ciudad, los amantes del futbol pueden visitar el Museo y Salón de la Fama, ubicado en el parque David Ben Gurión, donde se muestran exposiciones sobre la historia de este deporte en México y el mundo.
A 25 kilómetros de Pachuca se encuentra el municipio de Zempoala, donde se encuentra la obra hidráulica más importante de América, que en el virreinato español fue el acueducto del padre Tembleque; que con su longitud de 48 kilómetros y sus arcos de piedra, alcanza 38 metros de altura.
Su origen se remonta a una iniciativa del fraile Francisco de Tembleque, quien ideó su construcción con la finalidad de llevar agua a las comunidades indígenas asentadas en lo que ahora son los municipios de Zempoala y Otumba.
Hidalgo ofrece embalses, presas y lagunas para la pesca, para atrapar tilapias, bagres, truchas, mojarras y carpas, que luego puedes cocinar o dejar que los lugareños te sorprendan con algunas de sus recetas.
El secretario de Turismo refirió que la cantidad de pescado que se cultiva en Hidalgo es alta, por lo que la entidad ocupa el segundo lugar nacional en la producción pesquera de los estados sin litoral, actividad a la que se dedican 44 mil productores.
Javier Baños destacó que Hidalgo, constituye una opción atractiva y accesible para familias y amigos que desean conocer su historia, comer bien o disfrutar de la naturaleza, a través de múltiples actividades al aire libre.