Aguamiel, extracto milenario del corazón del maguey

En México hay de todo: historia, cultura, paisaje, recursos naturales, deliciosa comida y místicas bebidas. Una de ellas es el aguamiel, que literalmente sale del corazón del maguey.

También se le puede llamar tlachique, jarabe o miel de agave. Para obtener esta bebida tan tradicional, deben fijarse que sea un maguey de 7 u 8 años de edad para que estén lo suficientemente maduros. El tlachiquero es quien se encarga de realizar todo. Primero localiza la penca que va directo al corazón, eso sí, con mucho cuidado de no espinarse. Abre el centro y lo raspa para que suelte poco a poco el jugo. Después se tapa el maguey con las pencas cortadas y se deja así un rato.

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Una vez que se concentra el aguamiel, se absorbe con un cocote (una especie de popote enorme) y se pone en un contenedor. Después de extraerlo, la duración del aguamiel es muy corta, alrededor de dos días máximo. Si se deja pasar más tiempo, se fermenta y se convierte en pulque.

La consistencia de esta bebida es un tanto babosa, pero tiene un sabor dulce, de ahí el nombre pero, ¿sabías que tiene muchísimas propiedades? Es beneficioso para los que padecen de diabetes. La glucosa que contiene, como no es azúcar procesada, reduce el azúcar en la sangre. También contiene fibra por lo que ayuda a controlar el colesterol y a limpiar el sistema digestivo. Aporta muchas vitaminas, fortalece las defensas y es fuente de antioxidantes, por lo mismo, hasta los adultos mayores pueden tomarlo, lo importante es no excederse.

La forma de extraer el aguamiel es todo un ritual realizado con dedicación. Es una tradición que nos identifica y no debe perderse. Los mexicanos ponen el corazón en todo, ¡hasta para sacar aguamiel! Como recompensa reciben el mismo corazón del maguey.