Quién diría que en el estado más pequeño de México en uno de sus Pueblos Mágicos, nacería un cantante de música pop que llegaría más allá de nuestro continente gracias a su voz y carisma. Así es, Carlos Augusto Rivera Guerra, mejor conocido como Carlos Rivera, nació en Huamantla en el estado de Tlaxcala; aunque sus tradiciones familiares y costumbres le tenían “marcado” que sería profesor como su mamá, decidió seguir sus sueños y convertirse en lo que siempre había soñado: cantante.
Que nadie te diga que no…
Desde muy pequeño supo que sentía un gran amor por la música ya que durante los festivales escolares siempre participaba bailando o cantando. Conforme fue creciendo, se inscribió a concursos de talento, los cuales siempre ganaba, participó en eventos estatales, cantó en eventos organizados por sus amigos y comenzó a buscar patrocinadores que lo apoyaran en el inicio de su carrera. Sus ganas por triunfar no quedaron ahí ya que a escondidas de su mamá audicionó para el reality show de TV Azteca: La Academia. Aunque en la primera fase no quedó debido a su edad, volvió a intentarlo y fue así como en 2004 entró al concurso. Su talento y su carisma lograron que se ganara al público al poco tiempo del inicio del concurso, por lo que durante la final no sorprendió que su victoria se diera con el 80% de los votos.
Una piedra en el camino
A pesar de haberse convertido en el ganador de la tercera generación de la Academia, su disco no salió al instante como le prometieron en la televisora, por diversos motivos el retraso del proyecto era cada vez mayor y el “Hijo pródigo de Huamantla” no podía ver materializado su sueño. Fue hasta que firmó contrato con Sony Music cuando su carrera despegó en la industria de la música. Su primer disco, titulado “Homónimo” le dio éxitos como “Te me vas” y “No soy el aire”, que aunque no son de su autoría, se volvieron un éxito para él.
El Rey de la Selva Musical
Diferentes oportunidades se le presentaron a Carlos y una de ellas fue incursionar en el teatro musical. Ha participado en diferentes obras como “Bésame Mucho”, “Mamma Mía”, una participación especial en “La Bella y la Bestia” al lado de Lola Cortés y finalmente en “El Rey León”, obra que lo llevó a pisar tierras españolas para convertirse en el Simba de España por tres años para regresar a nuestro país a interpretar al mismo personaje por un año. Su sueño se cumplió y se convirtió en uno de los personajes icónicos de Disney de entre más de 10 mil aspirantes de todo el mundo. En ese entonces, Carlos ya no sólo era conocido en México, su talento también era admirado por extranjeros que tuvieron la oportunidad de estar en una de las 700 representaciones del “Rey León” en España.
Un gira interminable
Una vez finalizada su participación en “El Rey León”, se dedicó por completo a su tour “Yo creo” que lo llevó a realizar más de 60 conciertos en México, España, Argentina y Chile. Sus conciertos estuvieron llenos de magia ya que, orgulloso de sus orígenes, siempre presenta un número que pone en alto el nombre de Huamantla. Su más grande satisfacción: Llenar tres veces el Auditorio Nacional… Sigue adelante, sólo adelante, no mires atrás.