Andrea Sánchez Navarro, del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBO) de la Universidad Nacional Autónoma de México fue galardonada con el Premio Nacional de la Juventud 2018 en la categoría de Ciencia y Tecnología. Esto por la creación de un modelo que permite detectar de manera oportuna el daño renal sin necesidad de realizar una biopsia.
Esta investigación la realizó en su tesis de licenciatura, la cual tuvo asesoría de la científica Norma Bobadilla Sandoval, de la Unidad Periférica del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBm) en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ).
Animales con afección renal, el primer paso
La joven descubrió niveles anormales de la molécula Serpina3k en animales con afección renal crónica. Éstas aparecen mucho antes que otras moléculas de referencia. Así dio paso para crear un nuevo modelo para detectar de manera oportuna los síntomas de la enfermedad renal crónica.
En colaboración con expertos de nutrición, lo probó en pacientes con nefritis lúpica. Esta enfermedad autoinmune afecta especialmente al riñón y sólo es descubierta con una biopsia.
Cuando empezó a analizar a los pacientes, en algunos casos se encontraron niveles poco comunes de esta molécula. No tenían diagnosticados disfunción renal clínica, pero la presencia en la orina del Serpina3k era indicativo de que algo estaba mal sin necesidad de realizar la biopsia.
Una molécula de diversas funciones
Cabe destacar que el Serpina3k se encuentra en la sangre y su función es regular la coagulación e inflamación. Sin embargo, y de acuerdo con Andrea, aún no se conoce su función en el riñón, pero cuando hay presencia de esta molécula en la orina es indicativo de que hay una alteración en la estructura y función renal.
Todo esto la llevó, junto con su asesora, a patentar este método de diagnóstico. Un avance que evita la biopsia renal y que, gracias a su detección temprana, se puede lograr que los tratamientos tengan un mejor resultado.
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Su meta es que este modelo pueda ser utilizado en beneficio no sólo de quienes llegan al instituto sino también a otros centros de salud.
Andrea Sánchez Navarro tiene 24 años. Es originaria de La Piedad, Michoacán y actualmente realiza el segundo año de doctorado.
Ha sido reconocida por la máxima casa de estudios con la Medalla Gustavo Baz Prada. También se llevó la medalla de bronce en la VI Olimpiada Iberoamericana de Biología (2012), en Portugal; y en la Session Winner, Oral Session Nephrology and Urology, ISCOMS, en Groningen, Holanda (2015).
Con información de Gaceta UNAM