Nuestra historia está plagada de pasajes desconocidos que nos llevan a conocer otro tipo de verdades. La Batalla de Chapultepec, es una de esas anécdotas patrias que se han vuelto un emblema de la lucha por nuestra identidad y de donde surgieron los Niños Héroes.
La historia no solamente es lo que pasó, sino lo que creemos que pasó. Sin embargo, diversos pasajes de ese relato se han colocado en el imaginario social como hechos auténticos sin tener sustento histórico alguno. En la escuela, se enseña más como un relato ficticio que como una lucha real.
Por eso, el día de hoy te contamos la verdadera historia de los Niños Héroes.
La Batalla de Chapultepec tuvo como figuras centrales a seis niños mexicanos que se dice, murieron por defender nuestro territorio. La lucha fue tal, que los jóvenes provenientes del Colegio Militar, mostraron su valentía pasando a la historia como los “Niños Héroes”.
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Una invasión que jamás se olvidará
El escenario histórico de esta guerra fue la invasión del Ejército estadounidense a la República Mexicana. ¿El punto de la invasión? Obtener el estado de Texas, que, en aquel tiempo, aún era territorio nacional.
En el encuentro que definiría la historia, ambas tropas se encontraron en el cerro de Chapultepec, específicamente, en las instalaciones del Colegio Militar. Lugar donde se produjo la batalla final a favor de los Estados Unidos.
La valentía de los Niños Héroes
Se dice que los jóvenes que se encontraban estudiando en el Colegio, tenían entre 12 y 18 años, y a pesar de que el director les prohibió pelear con el fin de resguardar su vida. Muchos de ellos, hicieron caso omiso y se enfrentaron a las tropas americanas.
En total, más de 50 jóvenes se enfrentaron en la defensa, pero sólo seis nombres son los que guarda la historia: Juan de la Barrera, Fernando Montes de Oca, Francisco Márquez, Agustín Melgar, Vicente Súarez y Juan Escutia.
¿Un sacrificio real?
Este último, se volvió famoso por envolverse en la bandera mexicana al sentir la rabia de la lucha perdida y arrojarse al vacío para evitar ser capturado. Pero, una de las versiones dice que, en realidad, Juan Escutia se cayó por ebrio. Es decir, sin un sentido de lucha, valentía o amor patriótico, sólo alcohol. Además, algunos registros afirman que los cadetes antes mencionados, eran reos prisioneros del castillo.
Los expertos afirman que esta historia surgió por necesidad cultural, pues la política del entonces presidente de México, Miguel Alemán. Necesitaba figuras históricas que resaltaran la riqueza patriótica y causará empatía nacional entre sus habitantes.
Además, esta versión ayudaría a borrar lo que se conoce como un pasaje de vergüenza. En parte por los errores cometidos por los generales y por el sentido simbólico que tiene una derrota de esta magnitud, más si el ganador se trató de Estados Unidos.
Cuando la realidad no coincide con la historia
Algunos investigadores ven imposible que Juan Escutia saltará desde la torre que tenía el Alcázar en ese tiempo. El lugar, y la altura desde donde, supuestamente, se lanzó no coinciden con las evidencias.
“Aun cuando el conocimiento era inmediato, su valoración no lo fue. Requirió distancia entre el momento de la Batalla y en que pensáramos en el cadete que se arrojó con la bandera. Esta parte alegórica se creó después de 1872, porque durante La Reforma no se quiso dar importancia a todo lo relacionado con la batalla”.
Cierto o no, la verdad carece de importancia, pues actualmente el símbolo de los “Niños Héroes” ha persistido con el tiempo, llegando a causar entre todos nosotros, amor y furor por nuestra patria.
FOTO PRINCIPAL: INAH