Tequesquite, polvo para hornear y sal prehispánica

Desde la época prehispánica se utiliza un ingrediente que funcionaba como sal y polvo para hornear. Se trata de una piedra gris conocida como tequesquite, cuyo uso permanece hasta hoy.

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¿Qué es el tequesquite?

Cuando los lagos se secaban se hacían unas costras de sal en el lugar. A estas costras los habitantes les llamaban tequixquitl o tequixquitlalli. De acuerdo con Fray Bernardino de Sahagún, quiere decir “tierra donde se hace el salitre”. Una gran parte se recolectaba en el lago de Texcoco.

Este producto contiene 45% de bicarbonato de sodio y 35% de cloruro de sodio. Por lo tanto, servía como polvo para hornear y sal. Mientras que el resto de los ingredientes eran potasio y otro tipo de sales.

Polvo para hornear y sal prehispánica

Desde la antigüedad se le dio la utilidad en la cocina. Si bien es poco utilizado, todavía se llega a ocupar para cocer frijoles y en la elaboración de platillos específicos. Y es que dicen que favorece la digestión y ayuda a diversos problemas estomacales.

Gracias a que suaviza los granos de elote es muy útil para nixtamalizar y para la elaboración de esquites. Tan sólo hay que agregarlo al agua para su cocción.

También se le conoce por sus propiedades para fermentar como la levadura. Así preparaban los tamales antes de la conquista, pues no había manteca de cerdo. Este polvo para hornear prehispánico hace que la masa sea más ligera y esponjosa.

Algunas fuentes afirman que el tequesquite funcionaba como detergente, como una especie de vinagre y para hacer artesanías.

Actualmente sigue recolectándose en lagunas y lagos del Valle de México durante épocas de sequía. Después se vende en los mercados en piedra o molido. Lo que te ayuda a distinguirlo de la sal es su color grisáceo.

¿Has utilizado el tequesquite?

FOTO PRINCIPAL: CESTARTS