Conocida por encontrarse en lo que fue un taller de reparación de trenes; la Biblioteca Vasconcelos fue inaugurada el 16 de mayo del 2006
Todo el que ingresa a la Biblioteca Vasconcelos por primera vez, cede al impulso de dar una vuelta completa para admirar el edificio en su totalidad. El contraste de los muros grises, el metal y los vidrios de un color verde azulado capturan la atención de cualquiera. Suele ser confundida con la Biblioteca José Vasconcelos, ubicada cerca del metro Balderas; pues se había planeado como un complemento de la misma.
Fue el arquitecto mexicano Alberto Kalach quien ganó el concurso para aprovechar el espacio de lo que antes era el taller de trenes de la estación Buenavista. Similar a lo que sucedió en la Casa Redonda de Chihuahua, muchas estructuras y piezas de trenes continúan allí.
Lo más llamativo del lugar sin duda son las estanterías; conocidas como flotantes, ya que ninguna de ellas toca el piso. Todas se sostienen de estructuras metálicas que conectan con el techo o los muros. En ellas, la enorme cantidad de libros se encuentra organizada de acuerdo al sistema de clasificación Dewey. Para facilitar la localización, hay varias computadoras en el primer piso, en frente de mapas con códigos de color.
Una inundación afectó el último piso hace algunos años, y tras una remodelación; el 16 de mayo del 2016 se reinauguró como Piso siete. En este nivel de la biblioteca se encuentran 15 colecciones temáticas, entre las que resaltan la de Manga y cómic y la de idiomas. También se abrieron más de diez salas en las que voluntarios y miembros del personal imparten talleres gratuitos regularmente.
La ballena y el jardín de la Biblioteca Vasconcelos
Por supuesto, el corazón del lugar es la Mátrix Móvil; una obra que Gabriel Orozco elaboró exclusivamente para la biblioteca. Fue hecha en un esqueleto real de una ballena gris joven; llevado hasta la CDMX desde la reserva de la biósfera El Vizcaíno, en Baja California Sur. La estructura, que cuenta con casi la totalidad de los huesos; fue intervenida con líneas de grafito. Estas representan las olas del mar y las ondas de sonido con la que se comunican las ballenas. Se hicieron estudios sismológicos y de peso para colocarla en el centro mismo de la construcción; y se sabe que fue colgada el mismo día de la inauguración.
Asimismo, los tres edificios se encuentran rodeados por un gran jardín, que cuenta con varias especies de árboles y plantas; muchas de ellas de origen mexicano. El jardín, que no es botánico ni surrealista como ha llegado a asegurarse; es uno de los sitios favoritos de los usuarios, que pueden salir a leer, a caminar e incluso a tocar algún instrumento musical. Muchas de las plantas que hay en él salieron directamente del invernadero de la biblioteca, que se encuentra cerrado al público.
Además de esto, la Biblioteca Vasconcelos cuenta con una sala de música, una sala infantil y una colección multimedia de películas y música. Igualmente existe un auditorio, una sección de publicaciones periódicas, una sala de Lengua de Señas Mexicana y una sala de Braille, en la que se ofrece apoyo a las personas que lo requieran. Más recientemente, la Vasconcelos se convirtió en sede de vacunación de los habitantes de la alcaldía Cuauhtémoc.