Su peligro de extinción está próximo.
El carrito de los camotes es el medio por el que venden generalmente camotes, plátanos y anteriormente nopales asados en México.
En otros lugares se les llama “carritos plataneros” pues no en todos lados se acostumbra a llevar camotes.
El carrito de los camotes funciona como horno gracias a una caldera en su interior.
Esta, se calienta generalmente a la combustión de la leña.
Mientras más sea la velocidad del carrito, el fuego se avivará y generará más calor.
Aproximadamente, el tiempo de cocción de los plátanos y camotes, es de 30 minutos.
Después de estar cocidos se mantienen calientes gracias a que son recubiertos con una cama de cáscara de plátano.
Esto también ayuda a que no se peguen los frutos.
Los carritos están hechos principalmente de acero que se moviliza gracias a las ruedas que se le colocan
En la parte más larga cuentan con un tambo o cilindro en forma horizontal por donde sale un sonido inconfundible.
Cuando el horno se llena de humo o vapor, el tubo exhala emitiendo este sonido de tipo flauta.
Se trata de pequeños vehículos metálicos de tracción humana cuyo peso puede llegar hasta los trescientos kilogramos.
No lo vas a creer, pero, en la Ciudad de México, sólo una persona se dedica a construir estos ingenios móviles.
Esta persona, de nombre anónimo se encuentra en la alcaldía de Iztapalapa.
Sin embargo, en el Estado de México, específicamente en San Lorenzo Malacota, también existen camoteros.
En realidad, gran parte de sus habitantes se dedican a la venta de estos productos en sus carritos camoteros.
Cada 13 de agosto, en San Lorenzo Malacota, se celebra la fiesta patronal, en donde todos los habitantes sacan sus carritos para que sean bendecidos.
Esta celebración se transforma en una orquesta de silbidos.
A pesar de que los productos que almacenan los carritos no son de origen mexicano, esta tradición de los carritos y la transportación de los mismos, vaya que es muy mexicano.