A simple vista Casa del agua es un pequeño local que alberga miles de botellas de vidrio de diferentes tamaños y diseños… Pero al entrar, encierra una historia llena de conciencia social, de responsabilidad con el medio ambiente, y sobretodo de amor por México.
Esta semana Bosco Quinzaños, creador del concepto, abrió sus puertas a Más México para mostrarnos lo que encierra aquel lugar.
Llegamos aproximadamente a la una de la tarde, hacía mucho calor, así que decidí esperar en una sillita de madera que se encuentra a la entrada. Miré detenidamente el local, era tal cual y lo vi en internet antes de contactar la entrevista. Esperamos un par de minutos y nos invitaron a subir… nunca imaginé lo que nos esperaba.
Aquella no era una azotea común y corriente, desde que iba subiendo las escaleras pude sentir una vibra de relajación y de armonía plena…
Al fondo se observaba un huerto de menta, hierba buena, romero, y albaca. Periqueras estratégicamente acomodadas y plantas, plantas en el piso. ¡Sin duda un espacio único en esta Ciudad!
Al iniciar la entrevista, Bosco sonrío y comentó…
“Aquí es donde captamos toda el agua de la lluvia y la convertimos en agua potable bebible con los estándares más altos de calidad”. Fue entonces cuando comprendí el deber ser de aquel hermoso lugar.
¿Qué es casa del Agua?
Casa del agua es un proyecto de recuperación de lluvia, hecho por mexicanos, que nació de entender al agua como el elemento central, esencial, y más importante para el ecosistema, la vida y para el consumo humano.
“Con el estándar de purificación más alto del mercado, el agua pasa por un proceso de triple filtración, evaporación y condensación que la hace 100% pura. Después es remineralizada e ionizada, incrementando sus propiedades alcalinas y su capacidad hidratante y antioxidante”, comentó Bosco.
Su idea al comenzar el proyecto iba más allá de solo aprovechar el agua de la lluvia, ya que quiso darle a la gente algo que no existe en el mercado de las embotelladas.
“Actualmente ninguna embotellada puede presumir de ser pura, somos los únicos que armonizamos las moléculas del agua con intención, mediante un proceso de formas de flujo, luz, música, y con mensajes de amor, gratitud y respeto. Es entonces que el agua alcanza su máximo potencial”.
Y de paso ayudamos al planeta
Una vez que el agua alcanza la purificación máxima es embotellada, pero no de manera tradicional.
“Meterla al plástico daría el mismo resultado que el de la competencia, lo que decidimos fue poner nuestro granito de arena con el medio ambiente y utilizamos botellas de vidrio, y lo más padre son los diseños que las hacen coleccionables”.
Así cada persona que acude a Casa del agua, no solo vive una experiencia de armonía, en todos sus sentidos, sino que se lleva una botella reutilizable, coleccionable que puede volver a llenar.
Al terminar la entrevista Bosco nos compartió un mensaje que me resulta indispensable mencionar. Habló sobre el potencial que tenemos los mexicanos, “yo creí en el proyecto, trabajé por ello y hoy es un hecho, creo que no debemos esperar a que otros alrededor del mundo lo hagan, nosotros podemos desarrollar las ideas y llevarlas a otras partes”.
Hoy tengo en mi poder una botella llena de valor, y lista para volver a usarse.