Las abejas son un insecto fundamental para la existencia de otras especies y para el ser humano. Sin ellas sería muy difícil la polinización y no existiría la miel. En el mundo hay 20 mil especies, agrupadas en siete familias; mientras que en México hay cerca de 2 mil.
Actualmente, se encuentran en peligro de extinción por diversas causas y, una de ellas, es la falta de conocimiento sobre ellas. Por eso, hoy en Más México, te hablaremos sobre 10 especies de nuestras compañeras polinizadoras.
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Especies y familias
Primero que nada, hay que recordar que pueden pertenecer a diversas familias, géneros y subespecies. Tienen diferencias en cuanto a su región de origen, el aguijón, su alimentación, y ¿sabías que no todas producen miel?
Melíferas o abejas europeas. Son la especie más común, por eso también se les conoce como abeja doméstica. Y es la que más ocupan para la producción de miel.
Apis dorsata o abejas de Asia. Son abejas de gran tamaño, miden entre los 17 y 20 milímetros.
Abejas africanas. Quizás son las más temidas porque se enojan más fácilmente si son atacadas. Y no es que sean más venenosas, sino que sus colonias son más grandes en número y atacan juntas.
Las polinizadoras mexicanas
Meliponas. También conocidas como las abejas mayas. Esta especie no tienen aguijón y en lugar de picar, se defiende mordiendo con fuerza. Éstas producen menos cantidad de miel, pero con mucho mejor consistencia, propiedades y sabor. Y sus nidos los hacen en los huecos de troncos.
Como dato curioso, te cuento que en México están registradas 46 especies de abejas sin aguijón. Y viven, sobre todo, en las zonas de Oaxaca, Chiapas, Veracruz y Quintana Roo.
Scaptotrigona mexicana. Es otra especie sin aguijón. Se extienden desde Tamaulipas hasta Chiapas. También se les conoce como ‘enreda pelo’ porque es una técnica que ocupan para defenderse, además de morder.
Trigona. Mide cerca de 2.1 milímetros. Se encuentran en regiones de México, América central, del sur y del caribe. Y es de las especies que no son herbívoras, sino que se alimentan de otros insectos.
Aunque a veces nos den miedo, estos insectos nos muestran la grandeza de los pequeños detalles de la naturaleza. Además, nos enseñan grandes lecciones de trabajo en equipo, de organización y de colaboración. Y no olvides que la mayor parte de los alimentos que consumimos dependen de la polinización. ¡Salvemos a las abejas!